El conflicto que se vive en Afganistán también ha salpicado al deporte. En las últimas horas el mundo del fútbol ha llorado la muerte de Zaki Anwari, un jugador de la selección sub 20. El joven, de 19 años, moría al quedar atrapado en el tren de aterrizaje de un vuelo de evacuación que intenta huir de los talibanes.
El cuerpo sin vida del futbolista fue hallado en el hueco de la rueda de un avión de transporte estadounidense. Zaki, como otros muchos compatriotas, intentó salir del país a la desesperada. Para ello se aferró a su fuselaje y esperó a que la nave despegara de Kabul este lunes.
Las imágenes resultaron estremecedoras, según notificaron las autoridades de Estados Unidos. En ellas aparecían dos personas, una sentada en una de las aletas por debajo de las turbinas del avión. La otra se encontraba delante de las ruedas, bajo el morro del aparato.
Aseguraron que la "aeronave estaba rodeada por cientos de civiles afganos que rompieron los límites del aeropuerto". Ante la gravedad de la situación que se vivió en torno a ella, la "tripulación decidió abandonar el aeródromo de Kabul lo antes posible", señalaron.
Una vez que el avión consiguió aterrizar en la base de Al Udeid se encontraron los restos de un hombre. Se trata de Zaki. Esto provocó que la nave se detuviera para recoger los restos y comprobaran si había algún tipo de desperfecto que le impidiera seguir el rumbo.
El Gobierno de Afganistán fue el encargado de notificar la muerte del futbolista internacional. "La Dirección General de Educación Física y Deporte confirma que Zaki Anwari" estaba entre los jóvenes que intentaron escapar del país. Muchos de ellos trataron de hacerlo "aferrándose a un avión militar estadounidense", explicaron.
Sus amigos tuvieron un recuerdo para él en Facebook. "Somos de Dios y volvemos a él", le escribieron. Otro conocido también le dedicó palabras de cariño: "Amigo, con quien tuve las más inolvidables anécdotas, tu pérdida es un gran dolor para mí".
Zaki estaba considerado uno de las grandes promesas del fútbol afgano. Había sido internacional sub 20 y se esperaba que en un futuro cercano debutará con la absoluta.
El encargado de la Federación de Fútbol, Ali Askar Lali, también se acordó de él. "Que su alma descanse en paz y su memoria sea recordada", dijo.
El triste final de Zaki
La triste historia de Zaki ha dado la vuelta al mundo. Otra deportista local, Niloar Bayat, ha corrido mejor suerte. Ella es la capitana de la selección de baloncesto en silla de ruedas y una de las referentes del deporte paralímpico.
Estaba en silla de ruedas desde los 20 años a consecuencia de un misil lanzado por los radicales islamistas. Antes de la caída de Kabul, y en vista de la situación que se aproximaba, optó, junto con su marido, por pedir ayuda.
Contactó con el periodista español Antonio Pampliega. Su llamada de auxilio no pasó desapercibida.
"Los talibanes van a entrar en Kabul. Tenemos mucho miedo. Mi vida se acaba, Antonio", aseguraba.
El reportero, especializado en zonas de conflicto se puso en contacto con la Federación Española de Baloncesto y el Consejo Superior de Deportes. También con el Ministerio de Exteriores.
Finalmente, Bayat y su marido llegaron a España tras salir del aeropuerto militar de Kabul y hacer escala en Frankfurt. La intención es que sigan jugando en nuestro país. De hecho ya les han salido ofertas de un par de equipos.
El Bidaideak Bilbao y el Minusval Melilla han hecho público su interés en incorporarles a sus plantillas. En el caso del club vizcaíno, su presidente ya ha trasladado su intención de que "pueda residir en Bilbao".
Ya han comenzado con los trámites para regularizar su situación.