El ámbito de los sucesos en nuestro país está marcado estos últimos días por la muerte de Samuel y por la de Cándida. Pero otro fallecimiento está marcando ahora, lamentablemente, la actualidad. Se trata del de un joven monitor de gimnasio que ha perdido la vida mientras estaba haciendo su trabajo.
En un centro deportivo social de Lleida es donde el muchacho, profesor de boxeo, ha muerto por un accidente fatal y fortuito.
El accidente que acaba con la vida del joven
Salah Edden es el nombre del joven monitor que el pasado domingo murió. Él acudió como siempre a su puesto de trabajo. Ejercía como profesor de boxeo en un centro deportivo de Lleida situado en el barrio de Pardinyes.
Nos estamos refiriendo al de La Cristalería Espacio Deportivo que, como se indica en su página web, “está especializado en boxeo sin contacto. Es un gimnasio social abierto a toda la ciudadanía . En él personas de diferentes edades, capacidades, identidades de género, orientaciones sexuales, procedencias y orígenes conviven y practican deporte de manera conjunta”.
Hasta allí se trasladó el citado joven para impartir clases a sus alumnos. Lo hizo sin saber que ese iba a ser su final. Sí, porque durante las mismas recibió accidentalmente un gran golpe en la cabeza que acabaría con su vida.
Como ha publicado el medio Segre, tras ser víctima de ese revés fue trasladado de forma urgente al Hospital Arnau de Vilanova. Allí fue atendido rápidamente por el equipo médico. Sin embargo, este no pudo hacer nada por salvar su vida y acabó falleciendo horas después.
Gran dolor por la pérdida del profesor de boxeo
La Asociación Deportiva La Cristalería, que comenzó su andadura en 2018, ha sido la que ha dado a conocer la muerte de Salah Edden. Lo ha hecho a través de sus redes sociales. En concreto, en su cuenta de Instagram ha compartido una foto del joven.
Instantánea esa que la ha acompañado del siguiente texto: “Sentimos comunicar que ha muerto Salah, nuestro entrenador de boxeo y querido compañero. Son momentos de profundo dolor y tristeza y necesitamos parar para coger aire”.
“Por este motivo, La Cristalería estará cerrada hasta el 10 de julio. Salah, te recordaremos siempre lleno de vitalidad y empuje. Tus compañeros, compañeras, alumnos y miembros de la entidad ya te echamos de menos”.
Estas palabras de enorme tristeza han sido suscritas por muchas de las personas con las que compartía gimnasio. Tanto es así que estas no han dudado en dedicarle mensajes resaltando sus cualidades. Y de esto es buena muestra el siguiente comentario: “Eres un ejemplo de superación y motivación constante”.
“Te recordaremos como la gran persona y deportista que eras. Perseguías tu sueño de ser boxeador profesional y ahora estás con Dios. Dejas un vacío muy grande”.
De igual modo, también pueden leerse otros mensajes tales como “Descansa en paz, hermano” o “Las buenas personas nunca se van. No te vamos a olvidar. Vuela bien alto Salah”.
Con todas estas palabras, queda claro que Edden era un joven muy querido y también muy valorado por su esfuerzo. Él se entregaba en sus clases, en disfrutar del boxeo y en conseguir que sus alumnos alcanzaran las ventajas que brinda este deporte. Nos estamos refiriendo a la perseverancia, a la responsabilidad, a la autoestima e incluso a la motivación.
Lamentablemente, un fatal accidente ha hecho que no pueda continuar con esa labor como monitor y que tampoco alcance su sueño de ser boxeador profesional. Eso sí, ha logrado el mayor de los éxitos: tener el cariño, el respeto y la admiración de quienes le conocieron.