El misterio sobre la muerte de Sara El Jaafari (28 años) y Hanan Nekhla (32 años) sigue planeando en Italia. Las dos jóvenes, de ascendencia marroquí, habían planeado una velada en el campo y pensaban pernoctar al aire libre. 24 horas después aparecieron muertas, aplastadas por una cosechadora.
La policía italiana intenta ahora reconstruir las últimas horas con vida de estas dos chicas. Quieren saber qué pasó desde que una de ellas llamó a emergencias hasta que murieron. Solo saben que iban acompañadas por dos chicos que pudieron haberlas salvado pero desaparecieron sin dejar rastro.
¿Por qué se escaparon esos dos chicos? ¿Es que no tenían papeles y no querían problemas con la policía, o es que tuvieron algun papel en el suceso? Estas y otras preguntas invaden ahora a las familias de las víctimas y a los investigadores, que quieren entender por qué pudieron haberlas salvado y no lo hicieron.
Meryen, prima de Hanan y persona que denunció la desaparición, ha hablado para La Repubblica. La última vez que la vio fue hace dos semanas, en el restaurante milanés donde las dos trabajaban. Asegura que su prima era feliz y que nada hacía prever el macabro desenlace.
El jueves de la semana pasada, su amiga Sara le llamó para decirle que había conocido a dos chicos y que estaban pensando en salir. Quedaron que pasaría a recogerla poco después. Meryen cree que se conocieron en Facebook, pero solo sabe que son dos chicos marroquíes.
A las tres de la mañana pasaron a buscarla y ella dijo que volvería pronto. «Ella no estaba acostumbrada a volver tarde, era una chica tranquila», explica su prima. Hanan llevaba seis años en Italia, estaba casada con un italiano, pero habían roto y estaba empezando una relación con otro chico.
La joven estaba muy ilusionada haciendo nuevos planes en su vida. «Siempre hablaba de eso y se le iluminaba la cara», cuenta su prima. Hace un llamamiento para que aparezcan los dos muchachos y puedan explicar qué sucedio aquella noche: «Quizás Hanan y Sara podrían haberse salvado».
El misterio de la muerte de Hanan y Sara
El viernes 2 de julio, después de pasar la noche al aire libre, las dos amigas emprendieron una carrera de dos kilómetros a campo abierto. Huían de algo o de alguien, porque Hanan intentó llamar al 112 para pedir ayuda. Ella y Sara fueron arrolladas por una cosechadora en un campo de maíz en Sesto Ulteriano (Milán).
El único detenido por el suceso es Andra, el cosechador que atropelló a las dos jóvenes de forma mortal. Esa noche estaba al mando de el vehículo de grandes dimensiones, y ha declarado que no vio que arrollaba a las dos muchachas. También ha revelado que vio a dos hombres salir corriendo.
Ante la falta de más pruebas para resolver el suceso, los carabinieri peinan la zona en busca de cualquier objeto que les acerque hasta los sospechosos. Creen que podrían tener algo que ver, por acción o por omisión, con la muerte de las jóvenes. Andrea, el cosechador, está acusado de homicidio imprudente.
Hipótesis sobre las muertes
La otra pata de la investigación consiste en entender qué hacían allí las dos amigas. Por ahora saben que a las dos las unía una muy buena amistad, pero que también eran muy diferentes. Hanan tenía trabajo y una vida estable, mientras que Sara ni trabajaba ni quería hacerlo y vivía de las ayudas del gobierno.
En el lugar donde pernoctaron las dos jóvenes han encontrado drogas y alcohol. La principal hipótesis es que Sara organizó una fiesta improvisada con malas compañías, e invitó a su amiga Hanan. Algo sucedió en aquella velada que motivó que salieran corriendo, hasta ser arrolladas por el tractor.
Creen que el agricultor no se percató del accidente, pero seguramente sus dos amigos sí. Pudieron haberlas salvado, per las dejaron agonizando en el campo de maíz. Una de ellas realizó entonces la llamada al 112 diciendo que habían sido atropelladas, y serían halladas muertas 24 horas después.