Como el resto del mundo, España ha recibido con optimismo la noticia de la inminente llegada de la vacuna, pero los expertos piden poner los pies en el suelo. Quizá lo peor haya pasado, pero queda mucho por delante. Por ejemplo, en el ámbito económico. Lo sabe muy bien uno de los economistas de cabecera en España, José María Gay de Liébana.
Su advertencia es clara: «Hay que ayudar a las empresas y a la economía, porque entre confinamiento y nuevas oleadas, en el último trimestre las cosas no pintan nada bien». Según el experto, España no podrá sobrevivir sin ayudas.
«El Gobierno tiene que tomar medidas de protección, como alargar los ERTE, relajar la devolución de los préstamos ICO o directamente inyectar fondos», dice Gay de Liébana, «todo para que las empresas respiren». El profesor hace tiempo que defiende que el Gobierno de Pedro Sánchez tiene que gastar, «o vamos a morir todos».
El profesor de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad de Barcelona reconoce que «la cosa no pinta nada bien porque si no estamos confinados poco le falta, porque aquí la crisis pandémica es la que nos está azotando, porque hay nuevas oleadas del virus, y hay que establecer una resistencia que tiene sus víctimas».
Estas víctimas son, según ha dicho, las pequeñas y medianas empresas y las del sector servicios, que incluye hoteles, hostelería, restauración, bares, «autónomos que están en una situación de angustia vital». De lo que se trata, dice, es de «dar un poco de aire a las empresas para que con calma y si todo va bien y la vacuna funciona, se puedan ir restableciendo en 2021 y ya en 2022 o incluso 2023 vayan devolviendo los préstamos».
Más en profundidad, el profesor asegura que «si tuviéramos industria seguiríamos fabricando y vendiendo fuera, pero España es un país de servicios y dependemos de los altibajos de la construcción y el turismo». Por eso hace un llamamiento a «repensar nuestro modelo productivo», pero reconoce que la reconstrucción del país no está yendo demasiado bien.
«No sé qué demonios hicieron porque esto ya tendría que estar reconstruido. En noviembre estamos pero que en marzo, nos falta seriedad».
'Es un cuento chino'
Para superar la crisis, Gay de Liébana tiene claro que «el Gobierno tiene que poner dinerillo», pero también advierte que «lo de los fondos europeos es un cuento chino, eso de ‘miro al cielo a ver si cae dinero’, primero porque tienen una burocracia tremenda, y después porque la Comisión tiene que pedir 750.000 millones en los mercados».
El profesor explica cómo serán las ayudas: «De aquí nos llegará una parte de ayudas gratuitas y el resto en préstamos. Pero nos van a llegar dentro de 5 o 6 años. Ese dinero es para que facilite una reforma de toda nuestra economía. Al margen del género, que no sé lo que tiene que ver, es para adecuar la economía al tema ecológico y la digitalización».
Pero advierte que para eso, «hace falta que haya una industria, una fábrica, que la gente esté preparada». También cree que las ayudas tienen que llegar sobre todo a las medianas y pequeñas empresas.
Pone fecha a la recuperación
Además, ve muy peligroso que el Gobierno ya haya incorporado los 27.000 millones de euros del fondo a los presupuestos de 2021: «Me llamó mucho la atención porque yo soy contable, y los contables decimos que el gasto, cuando se huele, hay que contabilizarlo y el ingreso hasta que no se toca, no se contabiliza».
Precisamente sobre los presupuestos, Gay de Liébana los compara con «un Festival de Eurovisión, donde quieres que la gente te aplauda con una canción muy bonita». En este caso, critica la subida de las pensiones y los sueldos de los funcionarios y propone destinar el dinero a las empresas y la economía: «con un presupuesto progresista, ¿en el futuro, podremos seguir pagando?».
Las cosas no pintan mejor de cara al futuro. El profesor cree que sobre todo va a haber miedo: «Para que la actividad económica vuelva a la alegría previa a la Covid-19 tenemos que esperar a 2024 y 2025. Habrá una psicosis entre la población por miedo. Esta parte va a costar mucho».