José Luis Moreno estaba dispuesto a todo con tal de conseguir que sus negocios funcionaran a la perfección. El sumario del caso Titella, en el que está implicado el productor, recoge algunas de sus propuestas para lucrarse.
Planteó una serie de fórmulas, posiblemente fraudulentas, para obtener dinero que financiara sus proyectos en la televisión. Y eso implicaba contactar con una de las mujeres más poderosas de este país, como recoge la Cadena Ser.
En una conversación interceptada por la justicia, uno de sus colaboradores le propone "vender cuadros e intercambiarlos por Bitcoins". De esta forma podrían conseguir 90 000 euros que necesitaban para una serie.
Esta persona con la que charla José Luis Moreno le explica que "conoce a alguien que tiene unos cuadros para vender". Proponiendo un posible "intercambio". El productor, no obstante, le responde que es posible que esta operación interesase "a las Koplowitz", e incluso se ofrece para llamarlas.
Sin embargo, había algo que podía echar atrás la operación, como era el certificado de autenticidad, añadió.
Su colaborador insiste en que la lista de obras que manejan cuentan con dicha acreditación. Señala que "hay gente que tiene Bitcoins y que a lo mejor les encaja una cosa de éstas".
Tanto José Luis Moreno como los implicados en este caso consideran que "el mundo de los cuadros está muy bien". Incluso creen que sería una buena salida "para dedicarse".
Las claves para reclutar el dinero
Este ayudante del productor, según recoge el informe policial, había propuesto también trabajar en el sector de la alimentación. Veía una buena ocasión para "importar y exportar aceite de oliva alterando los precios de compra y venta".
Con ello lo tendrían mucho más sencillo "para introducir en España más dinero del legalmente declarado". Dueñas le cuenta que tiene un amigo con olivares. El objetivo sería exportar el aceite a un precio superior para que lo abonen más caro como una manera de "sacar divisas".
Este producto, según cuenta el colaborador, se comercializaría a "4", cuando en realidad su precio normal en el mercado sería de "3 o 2".
Durante los últimos años, José Luis Moreno habría diseñado un eficaz sistema de transporte de dinero en metálico. Estos movimientos se hacían por medio de 'mulas' y llegaban a alcanzar el millón de euros.
Incluso durante el confinamiento, cuando había restricciones en los viajes, siguió recibiendo dinero procedente de Londres y Ámsterdam. Así lo recoge el sumario del caso, en donde se escucha una conversación de otro de sus ayudantes.
Javier Villalba se puso en contacto con un desconocido, al que le ofreció un 3,5% del dinero movilizado para que ejerciera de mediador. En algunas situaciones se aprecia la improvisación en el modo de trabajo, ya que corrían el riesgo de que les delatasen.
En ese momento, la cantidad a mover era de medio millón. El plan que le propone pasa por recoger el efectivo en Ámsterdam, Milán y Londres, y "que lo guarde donde él quiera". La última parte del trabajo sería que "lo baje a Madrid".
En esa charla telefónica el desconocido se interesa por la procedencia del dinero y quiere saber los riesgos que hay. El colaborador de José Luis Moreno le dice que le "tiene que dar igual de donde viene, que ya se lo puede imaginar".
Le recuerda que se trata de un "dinero en efectivo, que viene contado, empaquetado y envasado al vacío". Su única labor sería traerlo a su destino.
Le aclaran que este tipo de transporte no le implicará ningún riesgo al tratarse de billetes. "Lo más que le puede pasar es que le acusen de un blanqueo de capitales".
La persona que tenía que realizar el transporte le recuerda que iba a estar sometido a más controles. Al estar en periodo de confinamiento es posible que lo detuvieran en algún punto. Le respondieron que "él le puede hacer desde su despacho una autorización de desplazamiento".