Marta Calvo Burón, una joven valenciana de 25 años, desapareció hace casi dos años y las autoridades no tardaron en encontrar al presunto culpable. Jorge Ignacio fue el último en tener contacto con ella, así que no tuvo más remedio que reconocer lo que había sucedido.
Marta Calvo tuvo concertó una cita a través de una conocida aplicación con Jorge, quien estaba esperándola en su domicilio particular. Después de este encuentro no se supo nada más de la víctima, pero las autoridades no han parado hasta reconstituir los hechos.
Jorge Ignacio asegura que en ningún momento quiso acabar con la vida de la chica, simplemente mantuvieron relaciones y sufrieron un accidente. Nadie confía en esta versión, pues el sospechoso tiene a sus espaldas un historial delictivo bastante problemático.
Los abogados del presunto asesino defienden que sufrió “un brote psicótico” que le hizo actuar de una forma descontrolada. Sin embargo, la nueva investigación garantiza que en ningún momento perdió la cordura, solo se limitó a seguir unos impulsos que deben ser vigilados.
Marta Calvo Burón era plenamente consciente de lo que estaba haciendo, de hecho le envió un mensaje a su madre para informarle de su localización. Esto quiere decir que Jorge aparentó ser un señor normal antes de supuestamente acabar con ella, lo que demuestra sus plenas capacidades.
Los últimos informes que han salido publicados le definen como “antisocial y tempestuoso, con tendencia a la manipulación y a la ocultación”. Los expertos aseguran que es “frío” y que tiene una “indiferencia afectiva que desprecia las consecuencias de sus actos”.
Jorge Ignacio ha acabado con la vida de 3 mujeres
Marta Calvo no ha sido la única, simplemente es la última en una lista de otras 9 víctimas, entre las que se encuentran Areline Ramos y Lady Marcela. Por fortuna no ha consumado el crimen con todas ellas, aunque las autoridades le califican como un hombre bastante peligroso.
Los psiquiatras del Instituto de Medicina Legal aseguran que no padece “alteraciones psicopatológicas ni síntomas de enfermedad o deficiencia mental”. Solo es una persona, calificado por los expertos como “psicópata”, que busca y siente placer en el dolor ajeno.
Jorge no tardó en huir después de cometer el supuesto crimen, lo que demuestra que tenía miedo porque sabía que no fue un accidente. Este hecho le ha dado la razón a la familia de Marta, quienes insisten en que era consistente de lo que estaba haciendo.
Jorge Ignacio se niega a desvelar el paradero de Marta
La familia y amigos de Marta Calvo Burón exigen que la justicia obligue al presunto asesino a desvelar lo que hizo con la víctima. Se niega ha contar lo que pasó la fatídica noche y para justificar su falta de colaboración alega argumentos incoherentes.
Asegura que consumió mucha cocaína, motivo por el que no sabía lo que estaba haciendo y no recuerda exactamente lo sucedido. Los expertos han tumbado esta estrategia demostrando que no tomó ninguna droga el día que acabó con Marta.
El sospechoso está contra las cuerdas, pero se niega a confesar lo que hizo con el cuerpo de la joven para no aumentar su condena. Los policías que se están encargando del caso han subrayado la crueldad con la que relata el suceso, pues en ningún momento parece estar arrepentido.
“Llama la atención la frialdad afectiva con la que describe el proceso”, escriben en el informe final. Teniendo en cuenta que asume que descuartizó a su víctima, la anotación anterior llama poderosamente la atención.
Según informan las autoridades pertinentes, en prisión se comporta de una forma bastante altiva que le ha hecho enfrentarse al resto de reclusos. Su patrón de conducta cumple con el perfil de un psicópata que se recrea en el sufrimiento, por eso no dice qué hizo con el cuerpo.