Por desgracia se suceden en España cientos de desapariciones al año, muchas de ellas se resuelven rápido y con final feliz, sin embargo, muchas otras o bien quedan sin resolver durante meses o años o bien tienen el final que nadie querría esperar.
Es lo que ha sucedido ahora con un hombre que desapareció en la localidad riojana de Calahorra, ha sido hallado sin vida en el canal de Lodos del municipio de Alfaro, en La Rioja. La víctima, de nombre Jesús y de 46 años de edad, había desaparecido hacía poco más de una semana.
Según han contado sus seres más allegados, su desaparición fue de lo más extraña. Fue el pasado 13 de abril. Ese día Jesús salió de su casa y, pese a que a donde debía acudir era al trabajo, parece que allí no llegó. Ese mismo día, poco después de que el hombre saliera de su casa, donde se le vio por última vez, desde el trabajo de Jesús llamaron a su mujer.
La llamada era para visar de que su marido no había acudido a su puesto de trabajo, y para preguntar, por lo tanto los motivos de esto o si ella sabía dónde estaba. Sin embargo, seguramente para sorpresa del trabajo de Jesús, su mujer tampoco sabía nada de él, pues no le había visto desde que había salido de casa.
A su mujer le extrañó mucho la llamada, según se ha publicado en un artículo de 'LaRioja.com', puesto que él siempre acudía al trabajo religiosamente, nunca había faltado y mucho menos sin justificarlo.
No solo esto fue algo extraño, sino que otra de las cosas que sorprende bastante sobre el caso es que el hombre había salido de casa sin nada encima. No se llevó ni su teléfono móvil, ni la cartera, nada de documentación, tampoco el coche.
Así pues, todo esto ya preocupó bastante a su mujer y el resto de sus familiares, que tampoco sabían nada de él, sin embargo, no fue hasta que pasaron unas horas más sin saber nada de él cuando la situación se hizo insostenible y la mujer de Jesús acudió a las autoridades para denunciar su desaparición.
En un primer momento la búsqueda se realizó por los alrededores de la localidad y de los sitios que el hombre podía frecuentar. Se hizo así, puesto que Jesús no se había llevado el coche, puesto que no podía haber ido muy lejos. Además, tal y como se ha informado, tenía problemas de movilidad, unos problemas que le impedían caminar sin dolor y ese día no llevó con él una media compresora que necesita para caminar.
No solo esto, además el hombre tenía también un campo visual reducido. «Estamos hablando de una persona con un campo visual reducido, que además tenía dificultades para caminar sin dolor, es inexplicable. Jesús no se iría sin decir nada, tiene un vínculo muy fuerte con sus hijas», explicó un familiar de la víctima.
Por todo ello la búsqueda se inició por zonas bastante cercanas a donde fue visto por última vez, es decir, a su casa, sin embargo, no se lograba dar con él.
Ha sido ahora, más de una semana después, cuando se ha dado, finalmente, con su cuerpo sin vida. Tras ocho días de intensa búsqueda, han localizado su cadáver en el canal de Lodosa, a nada más y nada menos que 30 km de distancia del lugar en el que habría desaparecido.
Se trata precisamente de un dato que ha desconcertado bastante a los investigadores, pues que se trata de una distancia muy grande para ser una persona que no se ha desplazado en su coche y que, además, tenía dificultades para caminar.
Todavía no se saben ni las causas de la muerte ni el motivo por el que apareció tan lejos del lugar de la desaparición, son datos que deberán confirmarse con la autopsia. Por el momento la Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis sobre lo sucedido.
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