El pasado sábado fue cuando el cuerpo de Esther López, vallisoletana de 35 años, era encontrado tras estar desaparecida desde el 12 de enero. Un senderista fue el que lo halló en una cuneta y desde entonces los forenses están trabajando en él.
Ahora están trascendiendo los primeros resultados de los análisis efectuados y estos han permitido dar una pista. Pista que ha servido para que los investigadores tengan una hipótesis que les ha llevado a tomar medidas. Exactamente les ha hecho regresar esta mañana a donde fue descubierta la joven para analizar el lugar nuevamente.
La autopsia a Esther López descarta una situación
Todos los medios nos hemos hecho eco de los datos que, por el momento, ha desvelado la autopsia de Esther. En concreto, que tiene un fuerte traumatismo interno que le provocó una hemorragia interna que pudo ser la que acabó con su vida. De ahí que se descarta algo de forma clara: no murió de forma natural.
Partiendo de este dato importante hay tres líneas de investigación o hipótesis. La primera es que sufrió un accidente, como una fuerte caída, y la segunda es que fue víctima de un homicidio.
La tercera es la que parece que ha cobrado más fuerza en estas últimas horas y viene a indicar que pudo ser atropellada. Es decir, establece que alguien esa noche la arrolló con un vehículo y que el impacto le provocó el traumatismo que la hizo fallecer.
Esta última opción es la que ha ganado peso. Y es que explicaría sus lesiones y también que fuera encontrada con la misma ropa con la que desapareció, sucia y boca abajo. Por esto, la Guardia Civil ha regresado esta mañana a dicho lugar para analizarlo otra vez de forma exhaustiva.
Según El Norte de Castilla, las autoridades han cortado la carretera de Traspinedo y se hallan estudiando a fondo un punto concreto de la VP-2303. Allí están realizando mediciones tanto de la cuneta como de la carretera en sí. Esto sin pasar por alto que se encuentran buscando cualquier huella que indique que pudo producirse el atropello que explicaría lo sucedido.
Más datos de la investigación sobre el caso de Esther López
Asimismo, se ha desvelado que los forenses han podido determinar que Esther murió la madrugada en la que desapareció. Y esto ha llevado a los investigadores a creer que su fallecimiento tuvo que producirse entre las 5:40, que es cuando envió un último mensaje, y las 6:10. Hora esta última en la que su madre, al levantarse para trabajar, la llamó, pero no obtuvo respuesta.
Eso sí, como no se descarta ninguna hipótesis, también se está intentando esclarecer si la vallisoletana permaneció en todo momento en la cuneta o no. Los vecinos de la zona exponen que es imposible que estuviera allí siempre porque la zona es muy transitada y alguien la hubiera visto. Es más, esta postura la avala el que, por ahora, no se han encontrado indicios de que muriera en dicho punto.
En este sentido, fuentes del citado diario han llegado a afirmar con rotundidad que “su estado no parece compatible con haber estado expuesto en este lugar durante más de 20 días”. De ahí que se baraje la posibilidad de que hubiera perdido la vida en otro enclave de Traspinedo y luego fuera trasladada hasta allí horas antes de ser descubierta.
Muchas incógnitas son las que hay por resolver y que, de ser resueltas, podrían dar un giro radical a la investigación en el cualquier instante.