El paradero de Tomás Gimeno sigue siendo una incógnita. Después de mucho buscar en el mar, los esfuerzos de los equipos de rescate se centran ahora en la superficie.
Desde el Gobierno, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, aclaró que los trabajos de búsqueda continúan. Hace ya un mes que el buque oceanográfico Ángeles Alvariño abandonaba Tenerife ante la incapacidad de encontrar rastro de los desaparecidos.
Siguen en el aire muchos detalles de lo que ocurrió aquella noche del 28 de abril. Marlaska elogió el esfuerzo de la Guardia Civil, que consiguió localizar el cuerpo sin vida de una de las niñas secuestradas. Eso les ha permitido dar "una mínima tranquilidad" a la madre, Beatriz Zimmermann.
En un acto institucional en Las Palmas destacó que "fue un trabajo serio e importante", recordando que la búsqueda de Tomás Gimeno sigue. Para ello resulta esencial "la gran compenetración entre las instituciones".
El hallazgo del cuerpo de la pequeña Olivia el pasado 10 de junio invitaba a ser optimista. A partir de ahí todos los esfuerzos se centraron en la localización de su hermana. Sin embargo, había algo que dificultaba aún más los trabajos.
Junto a Olivia había una bolsa de deporte abierta, en donde presuntamente habían guardado los restos de Anna. Sin embargo, las corrientes y la fuerza del mar pudo desplazarla.
El foco puesto en Tomás Gimeno desde el primer día
También existe por parte de las autoridades mucho interés en encontrar a Tomás Gimeno. En su momento se barajó como principal hipótesis que se quitara la vida tras matar a las niñas. Su intención era que la madre de las menores nunca las llegara a encontrar.
Tras un mes de intensa búsqueda por parte del Ángeles Alvariño se decidió que era "imposible continuar" ante la falta resultados. Los investigadores aseguraron que el cuerpo lastrado se había movido hacia una zona escarpada de gran profundidad. Todo esto conseguía dificultar mucho más las labores.
En cualquier caso, siempre se ha reconocido la gran tarea de este buque. Contribuyó a localizar a Olivia y varios objetos que han contribuido a aclarar el caso. Entre ellos, dos botellas de oxígeno, que eran propiedad de Tomás Gimeno, y que pudo utilizar para suicidarse.
Los que trabajan en la investigación reconoce que la clave pasa por encontrar al padre. A partir de ahí se podrían esclarecer muchas más cosas. Durante muchas semanas trabajaron con mucha dedicación en el fondo del mar, pero ahora concentran sus esfuerzos en la superficie.
De momento, una de las pocas cosas que se sabe es la causa de la muerte de Olivia. La autopsia desveló que falleció de "muerte violencia, con etiología médico-legal compatible con homicidio".
En cualquier caso, se desconoce si la pequeña pudo perecer a causa de un ahogamiento o por una inhalación de tóxicos. En su día se informó de que serían precisas al menos un par de semanas para conocer los resultados biológicos y toxicológicos.
Sin embargo, transcurrido más de un mes desde que se le practicara la autopsia, estos datos aún no se han hecho públicos.
El caso de este hombre y sus hijas ha sido uno de los que más ha estremecido a la opinión pública en los últimos meses. Todo apunta a que acabó con la vida de las pequeñas para a continuación suicidarse. Se tratan de simples teorías que pueden verse alteradas en las próximas fechas.
La investigación se mantiene abierta, y desde las autoridades aseguran que no hay intención de cerrarlo. Hay muchas detalles pendientes, sobre los que se están trabajando. Estos podrían resultar decisivos para dar con el paradero de Gimeno, que tendría la llave del caso, y de Anna.