No hay posiblemente mayor temor entre los ciudadanos de un país que un Gobierno anuncie una posible subida de impuestos cuando precisamente este se encuentra en una crisis económica. Y la realidad es que el anuncio de hace unos días del ejecutivo español dejo a mucha gente en fuera de juego. Era una de esas letras pequeñas que se recogían en el plan que se envió a Bruselas para recibir los tan ansiados 140.000 millones de euros en ayudas.
Ante la incertidumbre creada por el anuncio de una reforma fiscal, que afectaría a impuestos tan importantes como el IRPF o el del diésel, el Gobierno ha querido dejar claro cuando podrían empezar a entrar en vigor. Ha sido la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la que ha dado más detalles de cuando se irán aplicando estas subidas de impuesto, que no se aprobarían todas de una misma vez.
En una entrevistas a la cadena SER, Montero ha afirmado que el ejecutivo no va a jugar con la proximidad a unas futuras elecciones. «Incluso a lo mejor es conveniente que antes de la convocatoria electoral se pongan en marcha todas las medidas fiscales», aseguraba. Así, cree que las principales modificaciones, las «realmente transformadoras» se llevarán a cabo cuando España haya recuperado buena parte de su PIB tras la recesión causada por la pandemia, es decir, a finales de 2022.
Eso sí ha aclarado también que otra cosa es que se puedan producir «pequeños ajustes» en lo que se refiere «sobre todo en fiscalidad medioambiental». Apuntaba pues a que la también anunciada subida del impuesto del diésel se podría producir en los próximos presupuestos generales.
Pese a todo, se ha mostrado abierta en pactar todos los cambios fiscales que se puedan introducir sin que esto sea realmente un nuevo giro de volante del ejecutivo. «No se puede interpretar ni como marcha atrás ni como globo sonda», afirmaba cuestionada sobre, por ejemplo, su marcha atrás sobre la eliminación de la declaración conjunta de la renta tal y como la conocemos hasta ahora. Es por eso que ha insistido en que «no está decidido qué se va a hacer» pero qu son necesarias, ya que «tenemos que homologarnos con Europa también en estas materias».
En las últimas horas también se ha pronunciado la ministra de Economía, Nadia Calviño, que ha afirmado que no está previsto «un aumento de impuestos en estos momentos». Eso sí, ha recordado que «todos tenemos que ser conscientes de que tenemos más de 150.000 millones de deuda pública adicional que tenemos que asumir», con lo que una subida fiscal sería la opción más lógica.
En que consistirá esta subida de impuestos
Serán varios los impuestos que se verán afectados por la subida fiscal planteada por el Gobierno. Por un lado, y recogiendo uno de los acuerdos a los que llegaron PSOE y Unidad Podemos en su pacto de gobernabilidad, está previsto que se desarrolle una nueva fiscalidad para las rentas más altas. Puede entrar aquí la introducción de un nuevo sistema de tramos que sea más progresivo, consiguiendo ahora sí que los que cobren más, paguen más.
Por otro lado, el medio ambiente será otro punto clave en estas reforma. No hablamos solo de la subida del impuesto del diésel que comentábamos. También está previsto que se eliminen las bonificaciones en la matriculación de los vehículos contaminantes además del ya polémico plan de hacer pagar por el uso de las autovías.
El Gobierno también tiene pensando eliminar ciertas bonificaciones por realizar aportaciones a planes de pensiones de carácter privado para fomentar los planes de empresa. Por último, se pretende incrementar al base de cotización a aquellos trabajadores que ganen más de 2.400 euros mensuales.