Queda menos de un mes para que el próximo 9 de mayo finalice el estado de alarma y no se ha dejado de especular sobre qué es lo que sucederá a partir de entonces. El Gobierno ha compartido su deseo de no tener que volver a prorrogarlo, tal y como señaló el propio presidente hace unos días.
Sin embargo, esta voluntad ha generado una cadena de reacciones negativas por parte de las comunidades autónomas, especialmente de aquellas que están gobernadas por el PP, quienes han solicitado un mayor margen de maniobra para respaldarse legalmente en las medidas contra el virus ante el nuevo horizonte de vacío que se abrirá paso en unas semanas.
A pesar de que el Gobierno quiere terminar con el estado de alarma, ya han empezado a visualizar un claro paso atrás respecto a sus deseos iniciales.
El retraso en la campaña de vacunación, que debería adquirir gran velocidad este mes de abril con la llegada del suero monodosis de Janssen, ha supuesto que el deseo de Pedro Sánchez pueda verse truncado.
Por este motivo, desde la Moncloa han señalado que lo que dijo el presidente fue solo una «intención» y que habrá que esperar hasta el próximo 9 de mayo para «valorar la situación» y tomar la decisión definitiva.
El Gobierno se respalda en el criterio de los expertos
Juan Manuel Moreno Bonillo, el presidente de la Junta de Andalucía, y Fernando López Miras, el de Murcia, han manifestado su deseo de mantener el estado de excepción. Así como también lo ha hecho, Íñigo Urkullu, el lendakari, y el último en sumarse a la petición de los gobiernos regionales para mantener el estado de alarma.
El Gobierno, no obstante, ha negado que este paso atrás se haya producido por la presión que ha recibido por parte de las comunidades autónomas y se ha apoyado en el criterio de los «expertos» para sustentar esta nueva determinación.
Pedro Sánchez quiere evitar el Congreso de los Diputados
Otra de las grandes razones por las que Pedro Sánchez no quiere mantener el estado de alarma es que esta ampliación se tendría que avalar en el Congreso de los Diputados y el pasado mes de octubre ya se aprobó una única prórroga de seis meses precisamente para evitar esto.
Si en las ocasiones anteriores, con peores datos de pandemia, ya era complicado sumar apoyos, ahora es mucho más complicado, sobre todo con la inminente llegada de las elecciones presidenciales de Madrid y con la formación del Govern bloqueada en Cataluña.
Decisión precipitada
Son muchos los que han señalado que Pedro Sánchez se ha precipitado al anunciar que la intención del Gobierno es no volver a ampliar el estado de alarma.
Según la información que ha compartido 'La Razón, incluso desde el propio PSOE han visto en el anuncio del presidente cierto electoralismo para confrontar a Isabel Díaz Ayuso.
Algunas comunidades socialistas han señalado que el deseo de no querer prorrogar el estado de alarma es un intento de desactivar el discurso de la actual presidenta de la capital española de «libertad» ante las restricciones impuestas en la región.
Por otra parte, en la Moncloa han señalado que deberían mantener la excepcionalidad como una baza para presionar al PP en el Congreso.
A pesar del clamor para que se volvieran a unificar al criterio desde el Estado, en la última votación este partido político se abstuvo de votar.
Ahora, como ya sucedió entonces, el Gobierno ha pedido «corresponsabilidad» a los partidos con representación en el Congreso que gobiernan en estas regiones para que apoyen en la Cámara Baja con sus votos lo que demandan los ejecutivos regionales.