Han pasado 28 años desde que tuvo lugar uno de los crímenes más brutales que conmocionaron a toda España. Miriam, Desirée y Toñi, tres niñas de 15 años desaparecieron durante meses para tiempo después aparecer sus cadáveres enterrados en una fosa situada en la finca de La Romana en Tous, Valencia. Desde que tuvo lugar su desaparición fueron conocidas como 'Las niñas de Alcàsser' y su crimen fue uno de los que más repercusión mediática tuvo en los años 90.
A pesar de que han pasado casi tres décadas, para muchos todavía sigue siendo un misterio lo ocurrido a las tres niñas. Todo lo que aconteció tras el hallazgo de los cadáveres se convirtió en un caso excepcional donde quedaron en evidencia la manera en que los restos fueron procesados así como el arresto de los posibles culpables. Miguel Ricart y Antonio Anglés fueron los principales acusados de perpetrar el crimen, pero solo Ricart fue encarcelado. Anglés desapareció de la faz de la tierra y a día de hoy todavía se desconoce su paradero.
Una serie y una llamada que remueven la pesadilla
Fernando García, el padre de Miriam, luchó contra viento y marea para esclarecer lo ocurrido a las tres niñas. Su rostro fue uno de los más visibles en las cadenas de televisión, puso en duda la identidad de los principales sospechosos y todavía sigue pensando que no se ha dicho toda la verdad sobre lo que les pasó a Miriam, Desirée y Toñi.
El 14 de junio de 2019, Netflix estrenó la serie documental 'El caso Alcàsser' donde se analizaba todo lo ocurrido tras la desaparición de las niñas y la repercusión mediática que el caso tuvo en la sociedad española. Conspiración, errores en la investigación, circo mediático entre otras muchas cosas son las que se pusieron en evidencia en el documental.
La repercusión de la serie fue tremenda y tuvo sus consecuencias. Días después de su estreno, Fernando recibió una llamada que le trajo de nuevo la pesadilla a su vida. Un joven al otro lado de la línea aseguraba haber encontrado un hueso humano en la fosa donde fueron encontrados los cuerpos de las niñas. «Me llamó para decirme que nada más llegar vio unos huesos» explicaba el padre de Miriam en una entrevista para 'El Español'.
Encuentran huesos en la fosa 28 años después
Vicente, que así se llamaba el joven que acudió a la fosa para dejar un ramo de flores en homenaje a las niñas, puso los huesos en papel de aluminio y los llevó al cuartel de la Guardia Civil de Oliva para que fueran analizados.
Después de recibir la llamada, Fernando no le dio credibilidad ninguna. ¿Cómo iba a pensar que después de tanto tiempo todavía iba a quedar algún resto en la fosa? Pero pronto cambió de opinión cuando recibió una llamada del Instituto de Medicina Legal de Valencia para contrastar el ADN. «Nos hicieron unas pruebas de ADN para verificar la procedencia de esos restos óseos» cuenta Fernando.
Los huesos pertenecen a Miriam García
Tras el análisis realizado a los restos óseos y cotejado con el ADN de los padres, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses afirmó que pertenecían a Miriam, la hija de Fernando. «Los resultados obtenidos son compatibles con la relación paterno-filial de Fernando García Mediano respecto a la persona de la que proceden los restos cadavéricos analizados» se especifica en el informe con fecha 19 de septiembre de 2020 redactado por el Departamento de Barcelona del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.
Concretamente en el informe se detalla que los restos pertenecen a una falange de Miriam García, hija de Fernando.
Lo que piensa Fernando García sobre el hallazgo
No deja de ser sorprendente que tras 28 años todavía hayan sido encontrados restos de una de las víctimas en la fosa de La Romana. Resulta casi imposible creer que a simple vista se puedan encontrar huesos después del tiempo que ha pasado y la de veces que el lugar ha sido investigado y levantado.
Por ello Fernando tiene una teoría que exponía durante su entrevista: «Alguien puso allí los huesos de mi hija para que alguna persona los encontrara, igual que en su momento alguien puso allí una mano que sobresalía de la tumba para que la encontrasen los colmeneros. Alguien tenía interés en que esto pasará y pasó» asegura.
De esta manera, el padre de Miriam, sigue afirmando que todo lo que aconteció después de ese fatídico 13 de noviembre de 1992 cuando las tres niñas fueron raptadas mientras hacían autoestop para ir a una discoteca de Picassent, (Valencia), tiene una intencionalidad.
Meses después de la desaparición, unos apicultores vieron cómo una parte de una mano sobresalía de la tierra donde posteriormente se encontraron los cadáveres. Después de su exhumación, Fernando no entiende cómo ahora aparecen nuevos restos. «Esa fosa fue tamizada de forma minuciosa por orden de Rafael Vera (secretario de Estado para la Seguridad) y esos huesos no los encontró un equipo de especialistas» argumenta.
«Después de que un especialista hiciese todo ese trabajo y de que hayan pasado tantos años que llegase allí un visitante y encontrase unos huesos de mi hija: es una cosa extraña» opina el padre de Miriam que continúa pensado que alguien dejó los huesos de manera intencionada e insiste en que: «Lo único que me pregunto es quién tenía los huesos de mi hija y con qué propósito los dejó allí para que alguien los encontrara».
La indignación del padre de Miriam
Sin duda, Fernando ha sido uno de los progenitores que más ha luchado por esclarecer lo que le ocurrió a 'Las niñas de Alcàsser'. Como consecuencia, también se vio involucrado en algún que otro asunto delicado. Ahora, casi 30 años después vuelve a revivir la pesadilla.
Tras saber que los huesos hallados son de su hija, se siente muy «decepcionado» por cómo se hicieron las cosas en su momento. «Es indignante. Le corresponde a alguien que esté dentro de la ley averiguar cómo han aparecido en el paraje de La Romana los restos óseos. ¿Esto qué es? Un cachondeo» opinaba todavía afectado.