Dentro de un mes y medio despediremos este 2020, uno de los años más fatídicos que hemos vivido y que quedará en nuestra memoria por el drástico cambio en nuestras vidas que ha supuesto, y por las miles de víctimas que ha dejado y sigue dejando el paso del coronavirus por nuestras vidas.
Y si despedimos un año, cabe preguntar, ¿cómo será el siguiente? La incertidumbre nos acecha, pues no tenemos antecedentes para saber qué es lo que va a pasar en los siguientes meses. De hecho, ni los mismos científicos lo saben, aunque sí pueden plantear varios escenarios, y todo va a depender de los distintos factores que han estado presente en esta pandemia, uno de ellos y quizá el más importante ahora, la disponibilidad de la vacuna.
La semana pasada salí a la luz una noticia que auguraba el principio del inicio del fin de esta pandemia, y este fue el anuncio de Pfizer sobre su vacuna, que asegura que tiene un 90% de efectividad. Los resultados aún deben revisarse de forma independiente; mientras el ensayo en fase 3 sigue su curso y aún debe pasar un proceso de investigación antes de que la vacuna pueda distribuirse a varios países.
Los escenarios más optimistas barajan la posibilidad de que la vacuna empiece a distribuirse a finales de este año o a principio del próximo, pero aunque así fuese, no todo estaría solucionado. Las vacunas irían llegando poco a poco, y el ritmo de vacunación de toda la población de un país sería lento, ya que no se pueden tener millones de dosis disponibles de un día para otro. Por lo tanto, la inmunidad generalizada tardará tiempo en llegar, pues la población tardará meses en vacunarse.
La llegada del invierno, un problema añadido
Nos encontramos en plena segunda ola del virus tanto en España como en el resto del mundo, y la próxima llegada del 2021 y el frío invierno no parece que vaya a ayudar a que las cosas mejoren, por lo que los casos, de momento no van a disminuir demasiado, al menos, hasta mayo, cuando empiece a aflorar de nuevo el buen tiempo.
Richard Martinello, director médico de prevención de infecciones de Yale New Haven Health ha apuntado en la versión inglesa de ‘Huffington Post’ que será entonces, en la transición de primavera a verano, que habrá que reevaluar la situación y en su caso promover cambios importantes en las precauciones frente a la pandemia. Aun así, no ve probable que se acabe con el uso de las mascarillas ni con el distanciamiento físico, porque se han demostrado muy efectivas contra la propagación del virus.
«Por lo tanto, no esperes que los macroconciertos o las grandes reuniones se conviertan en la norma. En su lugar, espera actualizaciones de cómo irán funcionando las cosas para ayudar a las personas a crear situaciones más seguras», agrega Martinello.
En este mismo sentido se manifestaba este domingo en el programa de LaSexta ‘Liarla Pardo’ Juan José Badiola, un famoso epidemiólogo quien hablo en dicho programa sobre las novedades que podrá traer consigo la nueva vacuna de Pfizer, aclarando qué cree él que pasará con el uso de mascarillas una vez empecemos a vacunarnos.
«Si las vacunas realmente protegen, que es lo que se espera que ocurra, es muy posible que haya que seguir utilizándola en algunas circunstancias, pero no de forma generalizada como ahora», afirmó el científico. Por lo que de momento, parece que a medio plazo no nos podremos desprender de este artilugio que ya forma parte de nuestra vida diaria y que ha venido para quedarse.