Ha pasado prácticamente un año desde el que el Covid fue identificado por un equipo de científicos chinos como una enfermedad respiratoria letal. Desde entonces más de un millón y medio de personas han muerto en toda la tierra por la enfermedad respiratoria. Las economías de todo el mundo se han visto resentidas, la mayoría de la población mundial ha sufrido las restricciones de movilidad o confinamiento y estas Navidades serán sin duda diferentes.
En el horizonte se plasma uno de los desafíos más grandes a los que se ha visto sometida la humanidad en aspectos médicos. Unas semanas antes de la publicación de su libro, el docente de Yale, Nicholas Christakis comienza su exposición con el principal argumento de su libro: las plagas.
El científico relata que «para muchas personas lo que nos está sucediendo parece algo alienígena o poco natural, pero las plagas no son nuevas para nuestra especie, lo son para nosotros». El norteamericano ha publicado varios estudios sobre como nuestro comportamiento afecta al grado de contagio en la sociedad.
¿Cuándo terminará esta pandemia?
Uno de los aspectos que invita al optimismo a pesar de la situación actual es la condición que apunta Nicholas, y es que toda pandemia que se ha sufrido en el último milenio ha tenido punto y final. Siempre terminan respalda el experto, incluso antes de que las vacunas respondieran a ellas.
Una de las medidas clave que señala el epidemiólogo es como nuestros comportamientos afectan al nivel de contagio social. El médico también aprovecha para destacar como el lanzamiento masivo de las vacunas Pfizer y Moderna será uno de los grandes logros de la humanidad.
Si se consiguiera vacunar al menos alrededor de un 75% de la población se lograría reducir el peligro de contagio por lo que sería más fácil tratar al resto de individuos enfermos y, por consiguiente, dictaminar con mayor celeridad el fin de la pandemia.
«Somos la primera generación de humanos que se ha encontrado esta clase de amenaza y ha respondido en tiempo real con medicamentos eficaces. Es milagroso» señala el científico.
Las consecuencias sociales del virus
Christakis también apunta que debido a los largos periodos de poca interacción social, se producirá un efecto rebote, tal y como sucedió tras la pandemia de la gripe en 1918. «Durante las pandemias aumenta la fe religiosa, hay un mayor número de abstemios, se ahorra dinero —para aquellos que conserven su empleo—, en general, la gente se vuelve reacia a tomar decisiones arriesgadas durante las pandemias» menciona el profesional de la salud.
«Mucha gente considera que las acciones tomadas por los gobiernos son las que causan que la economía se ralentice, pero no es cierto. Es el virus lo que causa esa ralentización, porque las economías colapsan desde hace miles de años a causa de las plagas, incluso cuando los gobiernos no son los responsables de cerrar restaurantes y colegios» cita el experto.
Nicholas apunta a la fecha clave de 2024 para que la situación sufra un cambio. Durante ese año se producirá un aumento de la gente que busca interacciones sociales cercanas, eso incluye cambios de comportamiento como un mayor impulso sexual o un repunte religioso.
Si bien las previsiones atisban el mismo tipo de restricciones para el futuro año, el experto apunta que se trata del único método para contener esta enfermedad. «Nuestro mundo ha cambiado, hay un nuevo patógeno que circula entre nosotros y no somos los primeros sobre la faz de la tierra que se enfrentan a esta amenaza. Seremos una generación de la que se espera mucho y que tendremos que aprender a vivir con una pandemia» concluye Christakis.