Imagen de agentes en el cementerio

'Esto solo acaba de empezar': Grito en el cementerio donde han muerto 2 personas

La Policía teme una revancha y extrema las precauciones

La Policía continúa investigando el tiroteo que tuvo lugar el pasado 1 de noviembre en el cementerio de Torrent (Valencia). Coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, dos clanes de etnia gitana llenaron de terror el camposanto.

Como consecuencia, dos personas fallecieron y otra tuvo que ser ingresada por herida de bala. Todavía no hay ningún detenido, pero se espera que en las próximas horas los agentes den con los responsables.

Las primeras investigaciones señalan al clan conocido como Bocanegra como una de las familias implicadas. De hecho, el hombre de 45 años fallecido y el joven de 20 herido, pertenecían a la familia con la que mantenían una rivalidad.

Cordón policial de la Policía Nacional
La Policía teme una revancha y extrema las precauciones | Lamimpres
 

La segunda víctima mortal no tenía nada que ver con los sospechosos, su muerte se debió a una bala perdida que impactó sobre él.

"Esto solo acaba de empezar, encontraremos el momento"

Los Bocanegra y los Canuto, también conocidos como los Marcos, mantienen un enfrentamiento desde hace años. Ambos son clanes gitanos muy conocidos en Torrent y los encargados de protagonizar una guerra campal en pleno cementerio.

Antonio G.G de 45 años acudió al camposanto junto a su hijo de 20. Allí se encontraron con miembros del clan 'Bocanegra'. Durante minutos se intercambiaron miradas desafiantes y algún que otro insulto hasta que se desató la tragedia.

Un miembro del clan Bocanegra abrió fuego contra la familia rival matando a Antonio quien intentó defenderse con un paraguas. Durante el tiroteo, su hijo recibió un tiro en la pierna por el que tuvo que ser trasladado al hospital. Allí se mantiene estable y no se teme por su vida.

Dos agentes y un vehículo de la Policía Nacional
La Policía vigila para evitar nuevos enfrentamientos entre los clanes | Europa Press

Mientras la ambulancia se llevaba al joven y otra al fallecido, los gritos desgarradores y las amenazas de la familia inundaron las calles. "Esto solo acaba de empezar, si no es hoy, será mañana, y si no al otro, encontraremos el momento", exclamaban.

Cerca de 40 personas miembros del clan acudieron hasta el Hospital General de Valencia para dar apoyo a la viuda y madre del joven herido. Para evitar mayores altercados, la policía ha extremado la vigilancia de las dos familias.

Varias patrullas vigilan el barrio del Xenillet de Torrent y han alertado a policías de otros municipios donde residen familiares de ambos clanes. El objetivo es evitar que las amenazas se cumplan y se reavive la guerra que los Bocanegra y los Canuto iniciaron hace años.

Una guerra que se remonta a hace cinco años

"Ha sido un ataque, no un intercambio", opinaba para El Español, una fuente cercana a la investigación. Los Bocanegra y los Marco no son clanes desconocidos para los vecinos de Torrent ni para los policías.

Hace cinco años, ambas familias comenzaron una guerra que se ha ido reavivando con el paso de los años. Todo comenzó en 2016 en el barrio de Xenillet poblado en su mayoría por personas de etnia gitana.

Dos jóvenes pertenecientes a ambos clanes fueron los encargados de encender la chispa que haría estallar todo por los aires. Una discusión provocó una guerra campal a la que se sumaron miembros de las dos familias cargados con palos y hasta armas de fuego.

Imagen de archivo de un coche de la Policía Municipal de Fuenlabrada patrullando
La guerra entre los clanes se remonta a hace cinco años | Twitter

"Fue todo porque los críos se tiraron un pedo", declaró un procesado en la vista oral del juicio. La reyerta se saldó con cuatro personas heridas, dos de ellas, padre e hijo del clan Bocanegra, por arma de fuego. De hecho la vida del hombre corrió peligro, pues la bala le dañó el riñón y tuvo que ser ingresado en la UCI.

Ya por aquel entonces se temió que el clan de los Marcos emprendiera represalias contra su rival del que solo les separan unos metros. De ahí que la Policía mantuviera bajo vigilancia el barrio. "Estamos patrullando con intensidad y despliegue de medios en Torrent para evitar una respuesta".

"Esto no ha acabado"

Pero lo ocurrido el pasado 1 de noviembre no ha sido una excepción. Ya en 2018 una llamada de emergencia alertó a la policía de que había habido un tiroteo en el cementerio. Cuando los agentes llegaron no había rastro de heridos de bala, pero era evidente de que ambos clanes se habían amenazado.

Imagen del cementerio
Efectivos policiales en el cementerio de Torrent | Cedida

Los vecinos se han mostrado hartos de que la situación se siga repitiendo y fuentes policiales aseguran que "esto no ha acabado".

El vídeo del día: