Precisamente hoy se cumplirán tres semanas sin que se sepa nada del paradero de Anna y Olivia, las hermanas de 1 y 6 años desaparecidas de Tenerife junto a su padre Tomás Gimeno. Desde entonces, la Guardia Civil trabaja sin descanso para localizarlas y para las pequeñas puedan volver junto a su madre, Beatriz, que sigue manteniendo las esperanzas intactas de volver a ver a sus hijas con vida.
Ahora mismo, están todas las posibilidades abiertas. No se descarta que haya podido huir del país, sea rumbo a África o América, como que se pueda estar escondiendo en alguna de las Islas Canarias con ayuda. Si bien es cierto, que los trabajos que se están haciendo de búsqueda en el mar y de registro en la vivienda que tenía Tomás en Igueste de Candelaria hacen pensar ya, que la principal hipótesis es que el hombre de 35 años ha acabado con la vida de las pequeñas.
Pero mientras no se encuentre ningún indicio, los investigadores tienen que seguir creyendo y no cerrarse a ninguna posibilidad, aunque su instinto les diga que este caso no pinta bien. Así, en las últimas horas uno de los principales focos de la investigación se ha vuelto a situar en la casa donde se les pierde la pista a Anna, Olivia y a su padre. En ella se realizaba este lunes el cuarto registro en la misma, esta vez con Junco y Bill, un perro de aguas y un pastor belga venidos desde Madrid y especializados en la detección de restos humanos y otros restos orgánicos.
En anteriores registros al domicilio, como en el primero, los miembros de la Guardia Civil habían destacado el claro desorden que había. Se habían encontrado pilas de platos sucios, todo sin barrer o mucha ropa por el suelo. Pero en este cuarto registro hubo dos detalles que llamaron especialmente la atención de los investigadores, según explica el periodista Nacho Abad en 'El Confidencial'.
Por un lado, destaca como les llamó la atención localizar unas bolsas de tamaño jardín que se encontraban dentro del domicilio. Explica que los agentes no le encuentran sentido a esto y además que se veía que eran muy nuevas, recién compradas. Especula con la posibilidad de que las utilizará para llevarse ropas de las niñas, porque como decíamos en ese momento había cierto desorden pese a que una mujer con la que habría estado saliendo aseguraba en 'Viva la vida' que «a la hora de hacer la casa, por ejemplo, él no recogía porque para eso tenía una chica que le limpiaba
Pero hubo un segundo elemento que llamó especialmente la atención a los agentes que allí se encontraron. Y es que el panorama descuidado seguía en el exterior. Había mucha mala hierba, mucha planta seca y muy poco cuidado salvo en una zona. Curiosamente ahí se encontró tierra removida que ha sido llevada al laboratorio para ser analizada. Habría sido allí donde habrían centrado sus esfuerzos los perros que han estado trabajando en las últimas horas.
La opción más probable: Que las niñas estén en el fondo del mar
Aunque no es la teoría en las que les gustaría estar centrando sus esfuerzos, la verdad es que los miembros de la UCO y otros cuerpos de la Guardia Civil cada vez tienen menos esperanzas de dar con Olivia y Anna con vida. La principal opción que barajan es que Tomás habría matado a sus hijas en la casa y que las habría lanzado al fondo del mar.
En este sentido, el juez ya ha dado su autorización para inspeccionar las profundidades marinas para tratar de dar con los cuerpos sin vida de las niñas. El instituto Español de Oceanografía ha proporcionado a la Guardia Civil un sonar y un robot marino para poder llevar a cabo estas tareas.