El juicio más mediático de la historia reciente de Lugo arranca hoy con la esperanza de que se haga justicia. La Audiencia de Lugo juzga el asesinato de la niña de 7 años Desirée Leal, a manos de su madre. La investigación concluyó que Ana Sandamil asfixió a su hija hasta la muerte mientras dormía en su misma cama.
Sucedió la noche del 2 al 3 de mayo de 2019, el instante en el que la vida de José Manuel Leal se detuvo para siempre. Ahora afronta el proceso judicial con la esperanza de “saber toda la verdad” y que se haga “justicia” para su hija. El padre afirma que el suceso destrozó su vida y la de su familia para siempre.
La acusación particular quiere evitar que la situación psicológica de la madre se convierta en un eximente para la acusada. El juicio se ha visto envuelto en una gran expectativa y esta mañana se han vivido escenas de mucha tensión. Ana Sandamil se enfrenta a la prisión permanente revisable.
El asesinato de Desirée Leal
Muimenta (Lugo), noche del 2 al 3 de mayo de 2019. Ana Sandamil, exmujer de José Manuel y madre de su única hija Desirée, duerme en la misma cama que la niña. De pronto empieza a asfixiarla con sus propias manos y no se detiene hasta que la pequeña yace muerta a su lado.
La abuela materna encontró a la pequeña Desirée muerta en la cama, y estuvo investigada por encubrimiento. La madre fue detenida como principal autora del asesinato. Efectivos del 061 confirmaron que el cuerpo de la menor, con signos de haber padecido un gran sufrimiento, había sido limpiado.
La asesina y su encubridora intentaron desde el primer momento deshacerse de las evidencias. Pero las conclusiones de la investigación no dejan lugar a dudas. Según el relato de la fiscalía, la asesina “la agarró con sus manos por ambos lados del cuello con suma violencia para asfixiarla”.
Piden la máxima pena
Además, el Ministerio Público asegura que se trató de un “macabro plan dirigido a acabar con la muerte de su hija”. Las marcas en el cuerpo de Desirée Leal revelan que la niña intentó defenderse de su agresora hasta el último momento. Por eso piden la prisión permanente revisable en el juicio que se alargará hasta el 14 de febrero.
Esta mañana, la expectación era máxima alrededor de la Audiencia Provincial de Lugo, donde esperaban familiares y amigos del padre. A las 11:20 horas llegó la acusada entre gritos y abucheos, en un escenario de máxima tensión. Uno de los presentes ha intentado incluso agredir a la parricida.
Fundación Amigos de Galicia, que ejerce como acusación popular, ha pedido proteger los intereses de la menor y aplicar la máxima pena a la madre. La acusación particular, ejercida por el padre, también pide la prisión permanente revisable. El juicio pondrá punto y final a esta dolorosa historia con final trágico.
La defensa busca un atenuante
Por su parte, la defensa ha armado una estrategia basada en las condiciones mentales de la acusada en el momento de los hechos. “No se discute la autoría de los hechos, sino la capacidad de razonar en el momento de la muerte de la pequeña”, dice el abogado defensor. Eso podría actuar como atenuante total o parcial.
Ana Sandamil lleva en prisión provisional desde un mes después del asesinato, aunque pasó un tiempo en el área de psiquiatría del HULA. Una posibilidad es que le apliquen la máxima pena, la prisión permanente revisable. Pero también podría recibir un eximente completo, y entonces ingresaría en un psiquiátrico.
Hay incluso otra opción, y es que se considere el estado mental de la acusada como un atenuante parcial. En este caso, ingresaría en prisión pero con una condena reducida. La acusación quiere evitar estos dos últimos escenarios, y solo contempla la máxima pena en prisión para que se haga justicia.
Búsquedas en internet: ‘estricnina’
Si la defensa se agarra al clavo ardiendo del estado mental de la acusada, la estrategia de la acusación se basa en el contenido de su teléfono. Presenta como pruebas las búsquedas en internet donde se interesaba por un veneno, la estricnina, antes del asesinato. Lo cual demostraría que fue un plan premeditado.
José Manuel lleva todo este tiempo luchando para que se haga justicia y se dirigió a la jueza en estos términos: “La mínima condena debería ser la prisión permanente revisable”. Según afirma, “hay indicios más que suficientes de que fue una muerte violenta”. “Tenía sangre en las uñas para defenderse, la boquita deshecha, sangre en los brazos”, añade.
“A mi niña le arrebataron brutalmente la vida, con mucho sufrimiento a manos de ese monstruo de madre”, expresó José Manuel Leal. “Ella vio a ese monstruo encima de ella, y yo estaba a kilómetros de allí”, señala, “eso me dejará marcado de por vida”. Su única esperanza ahora es que se haga justicia.