El mundo del toro llora la muerte de Eduardo Romero, novillero y mozo de espadas hallado sin vida en su casa, en Aguascalientes, México. Su fallecimiento, con solo 25 años, ha conmocionado a sus compañeros y amigos en el medio taurino. Se están investigando las causas del suceso, aunque todo apuntaba a un suicidio.
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Hacía apenas unos días que había toreado en la plaza Silverio Pérez de Texcoco. Fue el domingo 17 cuando ‘El Gorupo’ enfrentó a un ejemplar de la ganadería de Raúl Cervantes. Hacía seis años que no se ponía el traje de luces, y fue el retorno soñado por el novillero.
Nada hacía temer que cuatro días después, el jueves 21, aparecería muerto en tales circunstancias. Según desvela la publicación Página 24, lo encontraron ahorcado en un habitáculo contiguo a su domicilio. Sus allegados le recuerdan como un profesional trabajador y responsable, siempre con una sonrisa en la cara.
Lo encontró muerto su propia madre
El mediodía del jueves 21 de octubre, los servicios de emergencia de Aguascalientes recibieron un aviso en el número 603 de la calle Buenavista. Una mujer aseguraba haber encontrado a su hijo colgado del cuello. Quien llamaba era la madre de Eduardo, María Isabel, una mujer de 61 años.
Policías y servicios médicos se desplazaron hasta el lugar y confirmaron que el hombre se había quitado la vida. Agentes del departamento de investigación y homicidios iniciaron una investigación, y lograron identificar el cadáver. Tras la inspección judicial, descolgaron el cuerpo y lo trasladaron al instituto anatómico forense.
Pasión, arrojo y nobleza
Eduardo Emmanuel Romero Alejo nació el 25 de junio de 1996 y fue alumno de la Escuela de las Artes y el Toreo de Aguascalientes. También formó parte del Centro Internacional de Alto Rendimiento en España. Debutó en la plaza de San Marcos, en Aguascalientes, el 22 de febrero de 2015.
Eduardo Romero eclosionó en sus primeros años como una joven promesa del toreo en México, pero las oportunidades escaseaban. Fue entonces cuando decidió trabajar como mozo de espadas con varios novilleros y matadores. Primero trabajó con el matador Luis David, y después colaboró con Leo Valadez.
A pesar de no haber podido triunfar como matador, Eduardo no dejó de torear en festivales y a puerta cerrada en ganaderías. Los que le conocieron destacan su pasión por la profesión, su arrojo y su nobleza. Su nombre quedará vinculado para siempre a la Fiesta de los Toros de Aguascalientes, su localidad natal.
Homenaje póstumo donde debutó
La muerte prematura de Eduardo Romero ha causado una profunda conmoción en el mundo del toro. Además del funeral, en el que centenares de personas quisieron decir adiós al novillero, hubo un homenaje póstumo en la plaza de San Marcos. La misma que hace seis años le vio debutar con el traje de luces.
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Compañeros de profesión y medios especializados han tenido palabras de reconocimiento hacia el joven novillero fallecido. “Un torero y un mozo de espadas responsable, trabajador, alegre y profesional”, dicen, “de trato muy amable y muy positivo, con una gran nobleza”.
Mario Aguilar, un trágico precedente
La muerte de Eduardo está precedida por otra tragedia similar en el toreo mexicano. Mario Aguilar, de 27 años, se quitó la vida en junio de 2018 ahorcándose con su cinturón. También había tomado la alternativa en Aguascalientes y, igual que Eduardo, había toreado poco antes de suicidarse.
El suicidio de Mario Aguilar provocó un gran impacto en el mundo del toro en México y, en especial, en los jóvenes aspirantes. Muchos de ellos veían en la trágica decisión del torero un acto de valentía. “Los chicos tienen el síndrome Mario Aguilar, y expresan que tuvo muchos cojones para tomar esa determinación”, afirmaba un experto.
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