Fernando Simón se ha convertido en los últimos meses en un rostro muy conocido para todos los españoles. Cada día entra en nuestras casas para hacernos llegar la última hora sobre el estado de la pandemia del coronavirus en nuestro país. Es por eso que no es de extrañar que queramos saber sobre su vida y no solo sobre su faceta profesional.
Zaragozano de 56 años, el epidemiólogo y director del Centro de Alertas y Emergencia Sanitarias sigue una tradición familiar dedicada al mundo sanitario. Ya su abuelo, Antonio Simón, fue veterinario y su padre, también Antonio Simón, fue un reconocido psiquiatra en la ciudad aragonesa y experto en el tratamiento de la depresión.
Pero no fue solo esto lo que seguramente le animó a dedicarse a su medicina. Y es que desgraciadamente él sus cinco hermanos sufrieron una gran pérdida cuando eran muy pequeños. Su madre perdió la vida a causa de esa dura enfermedad que es el cáncer, según recoge 'El Español'. Toda la familia, que residía en una de las zonas nobles de la ciudad el paseo Sagasta, recibió un duro golpe.
No sorprende pues que junto a él sus tres hermanos varones, Juan Antonio, Javier y Marcos, acabaran vinculándose al mundo sanitario; en la medicina, veterinaria y farmacia, respectivamente. Sus hermanas, Maria Victoria y Lourdes, siguieron otros caminos, la primera es empresaria y la segunda profesora de Educación Física.
La dedicación a la medicina queda en casa
No son solo él y sus hermanos quienes dentro de su entorno se dedican a la medicina. Fernando Simón está casado con María Romay-Barja, científica especializada en enfermedades tropicales. La madre de sus 3 hijos, de entre 10 y 22 años, actualmente trabaja como community manager de la Red de Investigación Cooperativa en Enfermedades Tropicales (RICET) en el Instituto de Salud Carlos III.