Montaje con foto de José Ramón

El secreto de José Ramón que salió a la luz tras matar a su novia Mónica en España

José Ramón Guerreiro tenía otra novia en Tenerife y tres hijos de dos mujeres diferentes

La madrugada del 16 de septiembre de 2021, uno de los hijos de Mónica Marcos encontró su cadáver en el suelo del domicilio en La Coruña.

La mujer de 52 años había sido asesinada a puñaladas por su novio José Ramón Guerreiro, que cogió un vuelo a Madrid y fue detenido al día siguiente. Ahora se encuentra en prisión provisional a la espera del juicio.

Mónica regentaba una panadería en el barrio de O Birloque, y era muy conocida entre los vecinos. Cinco meses después, su asesino sigue entre rejas a la vez que se conocen nuevos y sorprendentes detalles sobre su vida. Y es que José Ramón mantenía un secreto inconfesable a más de dos mil kilómetros de Galicia.

Concretamente en Tenerife, donde tenía una amante y varios hijos de varias mujeres. Así lo ha revelado ahora La Voz de Galicia. Una circunstancia desconocida para Mónica, que se enamoró de él e inició una relación. Su decisión de poner fin a la relación desató una discusión que acabó con el apuñalamiento mortal.

Quién es José Ramón Guerreiro 

José Ramón Guerreiro Galdo tiene 48 años y es conocido con el apodo de Josele. En su entorno le describen como un hombre altivo y chulesco que “siempre iba un poco de sobrado”. Así era desde muy joven, cuando empezó a trabajar como repartidor de pan en el barrio coruñés de Las Flores.

Imagen del sospechoso de la muerte de Mónica Marcos
José Ramón mantenía una doble vida | Redes sociales | Telecinco

Años después se marchó a las Islas Canarias para empezar una nueva vida, y al parecer tuvo varias relaciones y algunos hijos. Finalmente volvió a La Coruña, donde se reencontró con viejas amistades entre las cuales Mónica. Los dos empezaron a hablar por las redes sociales e iniciaron una relación.

Las clientas de la panadería aseguraron tras el crimen que Mónica estaba muy enamorada de José Ramón. Tanto como para dejarle entrar y salir del obrador a su antojo, cuando ese era un espacio sagrado para ella. Pero su novio había vuelto a Galicia con un secreto muy bien guardado que ahora sale a la luz. 

Su novia lo destapó todo

El rostro de José Ramón no tardó en aparecer en todos los informativos, y en Tenerife una mujer no dio crédito al verlo en la televisión. Tanto es así que incluso llamó a la Policía Nacional para explicar que el presunto asesino era su pareja sentimental. Así salió a la luz la doble vida de Josele entre Tenerife y La Coruña.

José Ramón embrujó a Mónica y mantuvo una relación sentimental con ella al mismo tiempo que tenía una novia en Tenerife. Además, allí había dejado a tres hijos de dos madres diferentes. Un historial de mujeres e hijos que siempre mantuvo en secreto hasta que el crimen hizo aflorar toda la verdad.

El caso sigue bajo investigación judicial y se han recabado nuevas pruebas como el jersey amarillo que llevaba en el momento del crimen. El domicilio, un ático en la calle Juan Darriba del Residencial Someso, sigue precintado. La familia sigue esperando el inicio del juicio para que se haga justicia.

J. R. y Mónica Marcos
El asesino y la víctima habían iniciado una relación | La Noticia Digital

Además, las manchas de sangre en sus zapatos coinciden con la de Mónica y queda demostrado que esta no pudo defenderse. Todas las pruebas apuntan hacia José Ramón, que tiene todos los números de ser condenado por violencia de género. Así se pondrá fin a un crimen que aún sigue presente en el día a día del barrio.

El asesino quiso huir

La tarde del 15 de septiembre, Mónica y su novio discutieron porque ella quería dejar la relación iniciada meses antes. Él dio un portazo y se marchó, pero volvió horas después para asestar varias cuchilladas en la espalda y en el costado a su ex. A la madrugada del día siguiente, el hijo de Mónica descubrió el cadáver.

Antes de emprender su huida, el asesino dejó escritos varios mensajes en las puertas de la casa con un pintalabios. “Yo no soy malo”, “te quiero mucho”, eran algunas de las frases con las que intentaba justificar su monstruosidad. Después se dirigió al aeropuerto y, pagando todo en efectivo, cogió un vuelo rumbo a Madrid.

En la capital estuvo deambulando por las calles y los bares hasta refugiarse en una pensión de la calle Sagasta 22. Al entregar su documentación saltaron todas las alarmas y la policía lo detuvo el viernes 17. Fue trasladado de nuevo a La Coruña y, tras pasar a disposición judicial, quedó internado en la cárcel de Teixeiro.