Vigo amanecía hoy con la petición de ayuda desesperada de una familia que busca desde hace días a Erik Silva Fernández. Un niño de tan solo 21 meses que lleva desaparecido desde el pasado viernes 18 de febrero.
Sin noticias del pequeño Erik Silva Fernández
La angustia y la desesperación se apoderaron de esta familia de Vigo, en Pontevedra cuando el pasado viernes no hubo rastro de Erik. El niño de 21 meses lleva sin dar señales de vida desde aquel 18 de febrero cuando fue visto por última vez.
Rápidamente el entorno del pequeño comunicó su desaparición y apuntó a un posible secuestro. La plataforma Asociación SOS Desaparecidos ya ha publicado su foto en sus redes sociales calificándolo como posible secuestro parental.
A pesar de sus 21 meses, describen a Erik como un niño que en apariencia puede pasar por uno de tres. Tiene el pelo rubio, los ojos verdes, su complexión es delgada y mide 92 centímetros.
La familia está convencida de que el niño se encuentra retenido por su madre, quien tampoco ha dado señales ni se conoce su paradero. El padre desconoce por completo dónde se pueden encontrar ambos. No le consta si habría podido huir al extranjero o si, de lo contrario, continúa en Vigo.
Los agentes de la Policía Nacional de Vigo no consideran la desaparición como de alto riesgo dado que el menor se encuentra con la madre. En este sentido, afirman que no hay indicios de que Erik sufra ningún daño y que se encuentra bien.
La fotografía ya circula por las redes sociales donde piden colaboración ciudadana para dar con él con cualquier pista que indique su paradero. Así pues, ponen a disposición dos líneas de teléfono 642 650 775 o 649 952 957.
Problemas en la separación del matrimonio
Cinco días han pasado desde que el padre de Erik lo vio por última vez. El pasado 18 de febrero su madre debía haberlo entregado de vuelta, sin embargo no hizo acto de presencia. Además, tampoco atendió al teléfono cuando el padre insistió en numerosas ocasiones para que entregara al niño.
Ayer, lunes 21 de febrero, el hombre decidió acudir a una comisaría de la Policía Nacional para interponer una denuncia por la desaparición de su hijo. Su exmujer es la principal sospechosa del secuestro del menor y están convencidos de que está siendo retenido por ella.
Según algunos medios, no es la primera vez que se retrasa o incumple con el horario establecido tras la separación del matrimonio. No obstante, nunca había dejado pasar tantos días ni había desatendido el teléfono.
Al parecer, ambos progenitores mantienen un contencioso judicial derivado de su separación. Tras la denuncia, la Policía pudo comprobar que tanto la madre como el padre ya tienen denuncias previas en juzgados y comisarías.
La separación provocó problemas derivados de la custodia de Erik que deben resolverse por la vía civil. No obstante, la mala relación entre los adultos dificulta llegar a un entendimiento donde el niño no salga perjudicado.
Por el momento la alerta sigue estando activada con la esperanza de que alguien arroje alguna pista o la madre decida devolverlo al padre.