La terrible paliza que dos policías le propiciaron a un ciudadano en Linares (Jaén) causó gran indignación entre los vecinos de la localidad, que convocaron una manifestación en protesta por este acontecimiento que también terminó con graves disturbios. Pero lo que nadie se esperaba es que este suceso sería el que destaparía la horrible realidad de José Luis, uno de los agentes que agredió a Carlos y a su hija de 14 años.
La horrible realidad de José Luis
A pesar de que ha mantenido un expediente limpio en los años que ha estado de servicio, ahora han salido a la luz todos sus trapos sucios.
Según la información que ha compartido La Sexta, en la comisaría donde se encuentran detenidos los dos agentes ya habían recibido con anterioridad quejas del subinspector de la Policía Nacional por supuestamente haber acosado a niñas menores de edad mientras estaba de servicio.
«Voy a tener que cachearte, guapa» o «Si quieres te llevo en el coche», son algunos de los comentarios machistas que José Luis les dijo. El efectivo también había recibido acusaciones por pedofilia.
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Manu también tenía denuncias previas
El subinspector de la Policía Nacional no ha sido el único que ya había recibido denuncias de este tipo. Manu, el otro agente que agredió a Carlos, también ha recibido este tipo de acusaciones con anterioridad, según información compartida por 'El Español'.
«Siempre iba masticando chicle en plan chulo: te miraba desde el coche patrulla y te hacía la 'autopsia' de arriba a abajo», ha explicado una adolescente a este medio.
A pesar de que Manu le dobla la edad a esta joven, eso no le impidió buscarla en redes sociales y ponerse en contacto con ella. «A mí me empezó a hablar con 18 años, no le conocía de nada, pero es que le hablaba a todas las niñas por Instagram y eso lo sabe todo Linares: no es normal siendo un agente de la autoridad».
«Ese policía reaccionaba a las fotos que colgaba en mi perfil», ha seguido relatando la joven». «Se ponía a decirme piropos. Era un baboso».
Manu no solo acosaba a esta chica, sino que además le animó a tomar droga con él cuando una noche se la encontró tomándose una copa en un conocido local de Linares.
«Estaba en el Tomate con una amiga, yo a él no lo conocía en persona, pero como me tenía fichada por mi cuenta en redes sociales se acercó a hablar conmigo» y fue entonces cuando el agente le preguntó si quería tomar estupefacientes.
Esta joven no ha sido la única que ha denunciado este tipo de comportamientos en el agente y a raíz del aluvión de publicaciones en redes sociales y de acusaciones que han recibido sobre él, la Policía Nacional ha abierto una investigación.
Además, también ha salido a la luz que el acontecimiento sucedido hace unos días no ha sido el único en el que Manu se ha visto implicado. En 2019, estando fuera de servicio, protagonizó otro suceso similar.
«Tuvo una pelea con una chica porque le derramó un cubata, se metió el hermano de ella y al final se pelearon, como el bar estaba cerca de la Comisaría, Manuel fue a denunciar al chico y por el camino salió detrás de él y se volvieron a pelear».
El hermano de la joven y el agente se denunciaron mutuamente, pero el caso se cerró en un juicio de faltas donde el policía quedó absuelto. Sin embargo, esto no supuso un cambio de costumbres. «Era habitual verle de fiesta a altas horas de la madrugada y estuvo envuelto en amagos de pelea».
Los agentes no se arrepienten de la paliza
Ahora tanto José Luis como Manu están detenidos y el juez se encuentra investigando el caso que presenta contradicciones en las palabras de los testimonios. Se ha sospechado que se puedan haber presentado pruebas falsas.
En las primeras declaraciones al juez ninguno se ha mostrado arrepentido por haberle propiciado la paliza a Carlos y a su hija e incluso lo han justificado señalando que usaron «la fuerza mínima indispensable».