La polémica de las autoridades que se saltan el turno de vacunación suma un nuevo caso, el de una decena de guardias civiles encargados de custodiar las dosis. Los agentes que se vacunaron cuando no les tocaba pertenecen a tres unidades de Alicante que tenían que custodiar y acompañar el traslado de las vacunas a las residencias de mayores.
Los hechos sucedieron a finales de diciembre, y el caso ha salido a la luz en las últimas horas. El cuerpo de la Guardia Civil asegura que en ningún momento se incumplió ningún protocolo y que lo hicieron porque sobraban dosis y se iban a tirar a la basura.
Los agentes implicados en el caso forman parte de las patrullas encargadas de custodiar las dosis destinadas a centros de mayores en Alicante, en la Comunidad Valenciana. Se trata de ocho efectivos y un teniente del cuartel de Dénia y otros agentes de Benidorm y Torrevieja, todos ellos relacionados con el proceso de traslado de las vacunas.
Fuentes del cuerpo aseguran que fueron los propios médicos los que ofrecieron a los agentes ponerse las dosis «porque se iban a tirar a la basura». Por eso aseguran que «en ningún momento se ha incumplido ninguna regla» y que «no ha existido premeditación ni alevosía». Las fuentes confirman que los agentes debían supervisar los procesos de vacunación en residencias y que fueron los sanitarios los que ofrecieron las dosis antes de desecharlas.
Según la versión oficial, tras conocer lo ocurrido y una vez consultado el documento de la Consejería de Sanidad que prohibía expresamente a todos los efectivos recibir la dosis, el general jefe de la zona emitió el 10 de enero una instrucción para aclarar lo sucedido. Sin embargo, el cuerpo no ve ninguna irregularidad en las actuaciones de los agentes.
La Consejería no investigará
La Comandancia de la Guardia Civil asegura que «el propio personal sanitario ofreció a los agentes ponerse la dosis, explicando que eran vacunas sobrantes que serían desechadas. Esta información se trasladó a la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana, la cual aclaró que no podría ser vacunado nadie sino conforme a los protocolos establecidos».
La Guardia Civil añade que, tras conocerse el caso y hablar con el departamento de Salud Pública, se advirtió a los agentes para corregir cualquier comportamiento. La Consejería de Sanidad descarta abrir ninguna investigación si no existe una denuncia formal, y da por buenas las investigaciones realizadas dentro del propio cuerpo.
El 10 de enero, cuando el cuerpo de la Guardia Civil tuvo conocimiento de los hechos, se habían administrado en la Comunidad Valenciana 11.677 dosis de la vacuna, lo que suponía un 19,1% de las 61.225 recibidas por la región. Estos datos situaban a la comunidad entre las más lentas a la hora de vacunar, solo por delante de Madrid (11,5%), Cantabria (13,2%) y La Rioja (14,5). En toda España, en aquel momento, se habían puesto el 27,9% de las dosis recibidas.
Polémica por saltarse el turno
En España, decenas de cargos y autoridades se saltaron el turno durante las primeras semanas de vacunación. Algunos de ellos, como el consejero de Sanidad en Murcia, Manuel Villegas, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Miguel Ángel Villaroya, dimitieron tras conocerse su error. Pero en muchos otros casos, la mayoría, salieron indemnes.
El concejal de Sanidad de Orihuela del Partido Popular, José Galiano, recibió la vacuna fuera de turno y todavía no ha dimitido, como tampoco lo han hecho los alcaldes socialistas de El Verger y Els Poblets, Ximo Coll y Carolina Vives. El PSOE también abrió una investigación para esclarecer la vacunación del alcalde de Matamala (Soria), Mariano Hernández.
La alcaldesa socialista de Molina de Segura, Esther Clavero, sí puso su cargo a disposición del partido y la militancia, aunque no dimitió. El consejero de Sanidad en Ceuta, el popular Javier Guerrero, también rechazó dimitir al considerarse personal de salud pública en primera línea de la gestión de la pandemia.
Guardias civiles, los siguientes en vacunarse
Los agentes de Guardia Civil y Policía Nacional serán los siguientes en recibir la vacuna contra el coronavirus, una vez que se haya completado la vacunación en residencias y personal sanitario. Los policías, considerados profesión esencial, se vacunarán junto a los funcionarios de instituciones penitenciarias por su condición de vulnerabilidad, según avanzó el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Ruiz.
Según avanzó, efectivos de la Guardia Civil y la Policía irán detrás de los grupos prioritarios en la lista de vacunación. Sus direcciones generales recibirán las indicaciones a seguir para garantizar el estricto cumplimiento de los protocolos y asegurar el proceso.