La última persona que vio con vida a Esther López la noche del 12 de enero prestó declaración ante la jueza que lleva el caso. De su testimonio no se pueden extraer muchas conclusiones, ya que no aportó demasiado sobre la desaparición y posterior muerte de la chica. Se podría decir que estuvo poco colaborador y esquivo, recoge El Mundo.
Mantuvo la versión que había dado ante la Guardia Civil en su día. Viajaron juntos aquella madrugada, pero la víctima se apeó del vehículo en medio de la nada. Mantuvieron un enfrentamiento y ella se bajaría del coche poco antes de las 3:00.
Pero el testimonio aportado por el principal sospechoso de la muerte de Esther López no acaba de convencer a los investigadores. El posicionamiento de su móvil y el de la chica le sitúan juntos en los alrededores de su chalet hasta las 6:00.
Ante las preguntas de la magistrada, el fiscal y los letrados no fue precisamente claro. Respondió a casi todo con un “no sé nada”.
Óscar no fue capaz de aclarar por qué dejó su teléfono en su casa de Valladolid horas después de la muerte de la chica. Tampoco los motivos por los que acudió de nuevo al chalet de Traspinedo donde presuntamente habían estado esa madrugada. En las declaraciones ante la Guardia Civil había ocultado ese viaje, pero las investigaciones tecnológicas le acabaron delatando.
Aquella noche puso su terminal en modo avión, como recoge el informe preliminar de los agentes del Instituto Armado. Sin embargo, él no fue capaz de confirmarlo. “No sé, yo no toqué el móvil”, señaló en sede judicial.
En la boca del maletero se hallaron restos biológicos de Esther López. Precisamente el coche de Óscar puede resultar decisivo para aclarar todas las incógnitas que esconde este caso. Los investigadores están pendientes de poder acceder al sistema telemático del Volkswagen T-Roc que conducía.
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Lo que se pretende es conseguir los datos del sistema de control de navegación. Así podrían confirmar una serie de indicios que manejan en su contra y que podrían ser decisivos para aclarar el suceso.
En el informe presentado en dependencias judiciales por parte de la Guardia Civil se mantiene la idea de que el sospechoso les oculta algo. Desconfía de él por las “graves contradicciones” y por la “escasa credibilidad de sus versiones”. También les ha llamado mucho la atención la actitud tan “extraña” que ha adoptado en este tiempo.
Los investigadores no profundizan en su implicación ni en el grado de conocimiento del caso. Sostienen que sus aportaciones pueden serles de gran valor para esclarecer lo ocurrido aquella madrugada.
Esther López habría estado en su casa esa mañana
En todas las declaraciones, Óscar dijo que Esther López se bajó del coche en torno a las 2:45. Se marchó enfadada porque su intención era seguir de fiesta. Pero esta explicación no acaba de convencer a los investigadores.
Y las coordenadas de los teléfonos móviles avalan esta sospecha. Mantienen que la chica “había llegado con Óscar en su coche a su casa”. Los dos dispositivos tienen inicios de desplazamientos desde la vivienda de él desde las 8:55 hasta las 9:22.
También apreciaron “paralelismos en cuanto a ausencia de conexiones”. El mismo día que se le pierde la pista a la víctima limpió el vehículo en un centro de lavado. Y cuando recibió la llamada de su amigo alertándole de la desaparición de la chica no se alarmó.
“Su comportamiento fue ilógico” cuando se le comunica la ausencia de Esther López. Explican que “tuvo una extraña actitud de despreocupación”.