Esther López fue depositada en una cuneta a las afueras de Traspinedo, en Valladolid, estando aún viva. La autopsia desvela que el cuerpo fue movido hasta allí, contó el periodista Nacho Abad en Espejo Público. Destaca que alguien la dejó tirada en una curva situada a la entrada del pueblo, sin casas o árboles a su alrededor.
De esa manera, la persona que la trasladó hasta esa zona sabía que nadie le podría ver. Es un área de tránsito para los vehículos. "El sitio está elegido a propósito porque tienes visibilidad del que viene de la izquierda y de la derecha", señaló.
Explica que es posible que dejaran el cadáver de Esther "en ese lugar en las primeras 24 horas". Sospechan que pudo ser víctima de un atropello cerca de la vivienda del autor de los hechos. En vista de que eso le acabaría incriminando, el responsable del accidente decidió moverla a otro espacio.
El periodista cuenta que "quería que no le viesen cuando estaba dejando el cuerpo". Su intención era clara. Buscar "un sitio abierto con visibilidad para que si viene un coche puedas largarte".
La chica presentaba una serie de lesiones compatibles con las de un atropello. Tenía "una herida en la frente, una brecha en la cabeza, le salía sangre por uno de los oídos". El fémur estaba "salido de la cadera y varios golpes", revela Abad.
En el entorno de la fallecida creen que la dejaron morir. En el momento en que la depositaron en la cuneta aún estaba con vida. Su padre, Miguel, sospecha que estuvo ocho horas agonizando, y que pudo evitarse la muerte de haber recibido asistencia médica.
Todo hace indicar, según el colaborador de Antena 3, que "la persona que la atropelló, probablemente la trasladó viva". Tiene la seguridad de que el caso se va a resolver.
Esther López fue vista por última vez con vida el 12 de enero. Salía de un bar en compañía de dos amigos y los tres se montaron en un coche. A partir de ahí, hay muchas incógnitas al no resultar creíbles los testimonios aportados por los chicos.
Uno de ellos ofreció hasta cuatro versiones diferentes de lo sucedido esa madrugada. Se trata de Óscar, el principal sospechoso, sobre el que ha puesto un especial interés la Guardia Civil. Durante días rastrearon su casa y su vehículo en busca de pruebas que lo pudieran incriminar.
Señalaron que un equipo especial de inspecciones oculares trabajaba en el chalé del sospechoso. Se han recogido una serie de muestras que pueden resultar decisivas para encontrar respuestas a tantas incógnitas.
La sangre de Esther López sería una pista crucial
Esther López presentaba una serie de lesiones y heridas abiertas. Tienen claro que "si se encuentra sangre de ella en determinados lugares del patio" sería complicado justificar su inocencia.
En la actualidad están pendientes de recibir los resultados de criminalística. En el caso de que hallaran restos de ADN de la chica en la vivienda conseguirían un gran avance. Pero de ser sangre, "la detención será inmediata", aclara el comunicador.
Todas las miradas están puestas en estos momentos sobre Óscar. Durante los días posteriores a la desaparición limpió en varias ocasiones su coche, en algún momento con demasiada intensidad. Sospechan que trataba de ocultar algo.
No obstante, no tienen indicios suficientes para inculparle por la muerte de Esther López. La ciencia y los análisis deben aportarnos las claves para encontrar al responsable de su fallecimiento. Confían en que el caso no se alargue mucho más en el tiempo, después de más de tres meses.