La muerte de David Emilio González es uno de esos casos que han quedado sin resolver en nuestro país. Solo se trataba de un joven que disfrutaba de la noche madrileña junto a sus amigos cuando su vida se paró en seco.
Hace 25 años del trágico suceso y la familia sigue sin poder descansar. El asesino de David sigue suelto y ni el testimonio de los 200 testigos presenciales logró hacer nada por evitarlo. Aquella fría noche de enero, el joven de 20 años murió apuñalado en medio de la calle y nadie pagó por ello.
Actualmente, el caso sigue sin resolver a pesar de que la Policía, en un primer momento, pudo relacionar su muerte con un grupo ultraderechista. Un grupo vinculado al Frente Atlético que acabó reconvirtiéndose en Bastión y que, dos años después, estaría implicado en otro asesinato.
David fue asesinado delante de 200 personas
Viernes, 20 de enero de 1996. David, su novia y dos amigos se encontraban en la zona del distrito de la Moncloa, conocido por sus bares de copas. Mientras caminaban, se toparon con dos skin heads que estaban orinando en la calle.
Hubo una pequeña discusión que terminó con un amigo de David siendo golpeado con un puño americano. El joven y sus amigos salieron a la carrera para alcanzar el neonazi mientras el otro llamaba al resto del grupo ultra.
Un total de seis llegaron hasta donde estaba David y su amigo José Antonio, comenzando una pela. Este último terminó recibiendo una puñalada en el brazo y David en la nalga, por lo que ambos decidieron salir corriendo.
En la huida, tres neonazis impidieron que el joven de veinte años pudiera escapar. Uno de los ultras le rodeó con el brazo el cuello y le apuñaló en el corazón. Un golpe certero que acabó con la vida de David en ese mismo instante.
Todo ocurrió en plena calle y en una zona muy concurrida por sus bares de copas. Los testigos aseguraron que los agresores llevaban emblemas radicales vinculados a equipos de fútbol. El agresor fue identificado y descrito como un hombre de unos veinte años, de 1,80 metros de altura y con una cicatriz en la frente.
200 personas y una descripción del agresor que no fue ni identificado ni arrestado. Un delito de odio que tuvo una gran repercusión mediática, pero que sigue sin resolver.
La familia de David afirma que el miedo ha impedido que los culpables paguen
Elcierredigital.com ha podido hablar con el hermano de David, Eduardo González, quien asegura conocer los motivos de que el caso no se resolviera. Según recuerda, había mucho miedo a las posibles represalias de este tipo de grupos ultras.
"Mucha gente decidió no hablar porque eran grupos muy violentos y organizados", explica. "Yo mismo he recibido algunas amenazas por teléfono porque en los primeros años el asunto tuvo mucha visibilidad", recuerda Eduardo.
A pesar de que el culpable sigue sin castigo, la familia de David confía en que la Policía hizo un buen trabajo. "Me apena que el miedo haga que no le pueda poner cara a quién hizo esto, pero sé que se hizo todo lo posible", opina. "A nivel personal no tengo ninguna queja de cómo se han portado con nosotros; nos tuvieron al tanto de todo", añade.
La investigación de la Policía
El grupo de homicidios de la Policía fue el encargado de investigar la muerte del joven de veinte años. La investigación se centró en el grupo radical neonazi Nueva Guardia, vinculado con el Frente Atlético.
En la década de los 90, este tipo de grupos sembraban de terror las calles de todo el país por su extrema violencia. Tres años después, un joven fue detenido, pero puesto en libertad por falta de pruebas.
Uno de los principales sospechosos fue Ricardo Guerra que se encontraba en un bar cuando el neonazi acudió para conseguir refuerzos. Tampoco se pudo hacer nada para demostrar su implicación. Dos años después, Guerra fue señalado como el principal culpable del asesinato de otro joven, Aitor Zabaleta, seguidor de la Real Sociedad.
A día de hoy, el caso de David González sigue sin resolverse y su asesino sin pagar por el crimen.