La segunda ola del Covid-19 sigue cebándose con nuestro país. En el día de ayer, martes 10 de noviembre, la cifra de fallecidos llegó al punto más alto desde el inicio de esta segunda oleada de contagios. Concretamente se notificaron 411 nuevos fallecidos las últimas 24 horas elevando el total a 39.756 víctimas mortales desde el inicio de la pandemia.
Pero lo peor está todavía por llegar pues todo apunta a que los próximos días esta cifra de fallecidos diarios será superada nuevamente. Y así, día a día, iremos sumando cada vez más fallecidos mientras se espera que desde el Gobierno den el visto bueno a unas restricciones más severas que logren reducir los contagios.
«Es posible que las cifras sigan subiendo unos días» aseguraba Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). Una reflexión que no invita al optimismo y que comienza a recordar a lo ocurrido al inicio de la pandemia. Si a finales de marzo ya se superaban los 400 fallecidos al día, no fue hasta abril cuando se llegó al pico más alto: 930 fallecidos en un día.
El Gobierno sigue sin mover ficha
Las cifras que en las últimas 24 horas se han registrado, ponen de manifiesto que se necesitan medidas más severas para frenar los contagios. Los fallecidos van a ir en aumento tal y como manifestó Fernando Simón, pero el Ejecutivo sigue sin ver necesario un confinamiento domiciliario desoyendo así la petición que varias comunidades han hecho ya pidiéndolo.
«No lo prevemos. Ni estamos trabajando en ello ni lo prevemos. Pensamos que con el abanico de medidas que están a disposición de las autoridades de las comunidades autónomas para poder actuar es suficiente» opinaba Salvador Illa, ministro de Sanidad hace unos días. La intención es esperar a saber cómo las medidas restrictivas impuestas hace semanas afectan a los contagios.
Los contagios se estabilizan
Al otro lado de la balanza pandémica se encuentran las cifras de contagios. Si bien es cierto que los fallecidos han aumentado, el número de nuevos infectados parece haber experimentado «una fase de estabilización o remisión» según explicó Simón. Fallecidos seguirán habiendo mientras haya gente hospitalizada luchando por su vida, pero si los contagios se reducen llegará un momento en que los ingresos también lo harán.
El director del CCAES considera que el impacto que esta «remisión» habrá tenido en los ingresos de pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos, se podrá observar «dentro de unos días». «Las cifras de fallecidos es posible que sigan subiendo unos días, estamos dando 1.200 muertos en siete días, que luego pueden subir un poco más, estamos hablando de doscientos y pico por día» aseguraba Fernando Simón.
Un poco de optimismo no viene mal
Lo cierto es que atendiendo solamente a las cifras de fallecidos y contagios es normal que el pesimismo se apodere de la población. Son muchos meses los que llevamos luchando y parece que no acabamos de superar una oleada cuando nos golpea de lleno otra. Pero parece que no son todo malas noticias y que se empieza a apreciar una luz al final del túnel.
Durante la comparecencia de Fernando Simón, el epidemiólogo recibió con alegría los datos que demostraban que la incidencia acumulada de casos por 100.000 habitantes «se ha estabilizado» sobre los 525. «En la incidencia diaria vemos que hay una clara estabilización en los últimos días. No sabemos si se va a mantener, esperemos que sí. Estos datos nos incitan a pensar que podríamos estar en una fase de estabilización o remisión que sería muy buena» opinaba.
El experto aseguró que el «pico de transmisión» alcanzado a finales de octubre no ha sido superado y que en cambio ha ido a la baja. Pero aun así, los 525 representan una cifra «muy por encima de lo deseable» que es necesario rebajar cuánto antes.