El crimen de Samuel Luiz que conmocionó a todo el país sigue dando detalles nuevos después de la apertura del secreto de sumario. Hace unos días se conoció que los agresores están acusados de varios delitos, como el homicidio o el intento de homicidio de Ibrahima.
Ahora, la nueva información publicada da buena muestra de que lo que se creyó en un principio iba muy mal encaminado. Los investigadores tuvieron claro desde el primer momento que la agresión fue salvaje y encarnizada.
Samuel no tuvo ninguna opción de defenderse de las más de 10 personas que le atacaron. Tras la apertura del sumario, sabemos que los agresores tenían claras intenciones de acabar con su vida tras la primera agresión.
Hay que recordar que la paliza se dio en dos actos bien diferenciados. Primero, el principal agresor la tomó con Samuel y su amiga porque pensó que les estaba grabando con el móvil.
Ahí apareció Ibrahima, el senegalés que protegió con su cuerpo al joven para protegerle de los golpes. Esta semana hemos conocido que los agresores también están acusados de tentativa de homicidio, porque podrían haber acabado con su vida también.
Después de ese episodio, los agresores se marcharon y la amiga de Samuel le dejó para ir a buscar su teléfono móvil. Tras unos minutos, los sospechosos volvieron a aparecer, con más gente, y le persiguieron hasta alcanzarle y darle una segunda paliza que resultaría mortal. El levantamiento del secreto de sumario ha revelado qué pasó entre las dos agresiones.
Diego, quien inició el incidente; Kaio, quien le robó el teléfono a Samuel; y Alejandro, alias 'Yumba', son los tres detenidos que están en prisión preventiva. Kathy, la novia de Diego que estaba con él durante el primer encontronazo, está en libertad provisional. Todos ellos están acusados de un delito de asesinato.
Además, otros dos detenidos, menores de edad, están ingresados en un centro de internamiento y su causa se investiga de forma paralela. Uno de ellos estaba en libertad vigilada por otra causa.
Durante la primera agresión, Diego se ensañó con Samuel ante los lloros de su amiga. Un testigo se acercó a ver qué estaba ocurriendo y se encontró con la escena. El agresor gritaba: "¡Lo voy a apuñalar, le voy a dar una puñalada en el corazón, no tengo nada que perder!".
Pero esa no fue la única amenaza de muerte vertida sobre Samuel Luiz esa noche y que finalmente se haría realidad. Según otra testigo, uno de los agresores se sacó una navaja del pantalón y amenazó con "clavársela en el pecho". "Te vas a morir", le dijo directamente a la víctima.
Dudas sobre el delito de odio por homofobia
Respecto con los insultos homófobos, los investigadores siguen creyendo que no hay pruebas suficientes para considerarlo un delito de odio. Las amigas de Samuel y algunos testigos siguen insistiendo en que los agresores repitieron insultos homófobos varias veces durante la paliza.
"¡Deja de grabar, a ver si te voy a matar, maricón!", dijo Diego cuando estaba atacando a Samuel la primera vez. Lo repitió varias veces, en un intento de hacer que el joven se molestase, quizás buscando que le agrediera para escalar aún más la situación.
Durante la escena no hubo más insultos homófobos, o por lo menos no hay más testigos. Pero los agresores sí siguieron con sus insultos después de la agresión, una vez se habían ido del lugar de los hechos.
Un grupo de amigos se encontró con tres de los agresores veinte minutos después de las tres de la madrugada. Uno de ellos llevaba la camiseta blanca llena de sangre. Uno de esos amigos escuchó a la chica diciendo "¡Cómo lo dejasteis! ¡Algún día te van a dar a ti las hostias!".
El joven, que ya han identificado como Diego, respondió: "¡Puto maricón, si era un maricón de mierda!".
Samuel no pudo defenderse
Ibrahima, uno de los jóvenes senegaleses que ayudaron a Samuel Luiz, también ha explicado cómo presenció la stiuación. Cuando él y su amigo consiguieron separar a los violentos de la víctima, él le dijo "ayúdame, ayúdame" a su protector.
"No se defendió en ningún momento ni hizo ningún acto de violencia contra sus atacantes", explica Ibrahima. Añade que "solo recibió golpes como si no fuera capaz de defenderse".