Pleitas, un pueblo de la provincia de Zaragoza, es un municipio que pertenece a la denominada 'España vaciada'. Con tan solo 34 habitantes, se ha visto conmocionado por un trágico suceso que ha tenido lugar entre sus vecinos.
Un guardia de seguridad fue hallado sin vida con un disparo en la cabeza después de que alertara de un intento de robo. Todo ocurrió el pasado sábado cuando el hombre de 45 años fue abatido mientras cuidaba una plantación de cáñamo legal.
La víctima mortal era muy conocida en el pueblo y nadie se explica qué pudo ocurrir. Las primeras investigaciones apuntan a un posible robo después de recibir un aviso del propio vigilante de la plantación el cual desapareció tras la alerta.
Se investiga el asesinato de Javier
Tal y como explican desde el periódico Heraldo, un día antes del asesinato, unos individuos merodeaban la plantación de cáñamo. Según los testigos, ocho personas se colaron sobre las 20:30 en la plantación que no cuenta con valla de protección.
Al parecer se internaron por la parte trasera donde se encuentra el almacén donde se estaba secando parte de la cosecha. Este parecía ser el objetivo principal de los ladrones que salieron huyendo cuando fueron vistos por varias personas.
Unos vecinos presenciaron movimientos extraños entre las plantas y se aproximaron para ver qué pasaba. Al verse sorprendidos, los individuos salieron a toda prisa. Fue entonces cuando Javier, el vigilante, decidió pasar la noche allí por si los ladrones volvían.
Y así fue. La noche del viernes 1 de octubre, el vigilante dio aviso al propietario de la presencia de dos furgonetas aparcadas dentro de la plantación. Rápidamente llamaron a la Policía y se dirigieron al lugar de los hechos.
Al llegar, no había rastro de Javier por ninguna parte. El vigilante había desaparecido y solo encontraron una furgoneta azul aparcada en el maizal.
Hallan el cuerpo sin vida del vigilante con un disparo
El sábado, a las 8:30 un ciclista que paseaba por la zona encontró un todoterreno que había sufrido un accidente. Cuando se acercó, vio que en su interior había un hombre inconsciente, al darle la vuelta comprobó que tenía un disparo en la cabeza.
Se trataba del cuerpo sin vida de Javier, el vigilante desaparecido. Los agentes se trasladaron al lugar y confirmaron la identidad de la víctima, iniciando una investigación de asesinato. Después de hallar el cuerpo, la Guardia Civil inició un dispositivo y decomisó la furgoneta azul que todavía estaba aparcada en la finca.
Era la única pista que tenían de los culpables y debían investigar lo ocurrido. Más aún después de que los especialistas calificaran el ángulo del disparo como extraño.
Todavía no hay ningún detenido
Por el momento, los policías no han podido arrestar a los culpables del asesinato de Javier. Sin embargo, durante el registro de la furgoneta, se halló una prueba que podría ser determinante.
Según las últimas palabras de Javier, en el momento del asalto, dos furgonetas se encontraban en la finca. Una de ellas huyó con los individuos, pero la otra se quedó atascada en el maizal. Ha sido precisamente en esta donde los policías han encontrado dos DNI y alguna que otra documentación más.
Una información que acota los sospechosos y que podría arrojar luz sobre lo que le ocurrió a Javier y quien pudo asesinarle. Los presuntos autores se podrían enfrentar a penas de cárcel y sanciones económicas muy elevadas.
Pende sobre ellos un presunto delito de homicidio o de asesinato. Por el momento, el caso se encuentra bajo secreto de sumario y los investigadores están reuniendo todas las pruebas para esclarecer lo ocurrido.