Leticia Sanabria, una joven de 28 años y de nacionalidad paraguaya, fue localizada muerta en su piso el pasado 10 de septiembre. Los investigadores hallaron signos de violencia en aquel fallecimiento ocurrido en la localidad orensana de O Barco de Valdeorras.
Ahora, la Policía ha detenido a dos de las personas más próximas de la chica. Se tratan de su compañera de piso y de una amiga que frecuentaba la casa con bastante asiduidad. Una de origen nigeriano y otra brasileña fueron las encargadas de alertar de la defunción de la joven.
Trataron de construir una coartada para que no se les implicara en el crimen de Leticia. Se pusieron en contacto con los servicios de emergencias después de tomar el café en la terraza de un bar. Siempre iban las tres juntas a primera hora de la tarde, pero a ellas les interesaba mantener unas rutinas para no levantar sospechas.
Después de estar en la cafetería regresaron a casa de la fallecida con intención de irse a trabajar las tres. Estaban sorprendidas por la ausencia de la paraguaya en la cita diaria, aseguraron.
Desde que pudieron acabar con su vida hasta que avisaron a los agentes tuvieron tiempo para preparar el lugar del asesinato y una coartada. Los investigadores tuvieron claro en todo momento que se trataba de una muerte violenta. Más tarde, la autopsia desveló que había perecido por asfixia.
Durante los últimos dos meses 15 agentes de la Guardia Civil trabajaron en este caso. Por ahora, la investigación continúa bajo secreto de sumario, pendiente de que se le tome declaración a las amigas de Leticia Sanabria.
Está previsto que lo hagan el próximo jueves. Los investigadores están pendientes de recibir, además, los resultados de unos restos biológicos hallados en el piso. Pueden ser unas pruebas esenciales para acabar de esclarecer el suceso.
El entorno de la joven tenía claro que detrás de este asesinato podía esconderse un móvil económico. Así lo confirmaba su hermano Marcelo en Paraguay, donde continúan viviendo sus padres y siete de sus ocho hermanos.
Recientemente le había dicho a su madre que había conocido a una persona de confianza. A través de ella les haría llegar al país sudamericano una gran cantidad de dinero.
Llevaba tres años en España. Su intención era trabajar lo máximo posible para ahorrar y regresar a su país, donde colaboraba para sacar adelante a su familia. Incluso ya se estaba construyendo una vivienda allí.
La familia de Leticia siempre sospechó de sus amigas
Sus allegados empezaron a sospechar de una de sus amigas cuando rechazó hablar con la hermana de Leticia Sanabria que reside en Valdeorras. Los investigadores mantienen abiertas varias líneas de investigación. Se contempla el móvil económico como posible causa del crimen, aunque no se descartan otras posibilidades.
Sobre la mesa también se trabaja con la posibilidad de que existieran celos entre ellas, tanto en lo personal como en lo profesional.
El entorno de la paraguaya conoció la noticia de la detención a través de La Voz de Galicia. Desde la vivienda familiar de Yby Ayú, su hermano confesaba que "ojalá así sea Dios mediante". Al cabo de una hora nadie le había comunicado de manera oficial dicha información.
Estaba todavía impactado por la detención, pero tenían las sospechas de que las responsables del asesinato habían sido sus amigas. "El dolor empezó todo de nuevo acá en casa", explicaba el chico. Reconocía que Leticia le tenía mucho cariño "a la nigeriana, hasta decía que era como su segunda mamá".
La joven fue enterrada el pasado día 28 tras recibir el visto bueno de la jueza para realizar la repatriación.
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