La situación epidemiológica en España mejora con el descenso de la incidencia y del número de hospitalizaciones. Sin embargo, las comunidades no quieren relajaciones. Temen que pueda haber un repunte de casos en las próximas semanas que dé lugar a la sexta ola.
Hay motivos más que de sobra para ser pesimista. Esta inquietud por parte de las autoridades viene provocada por las imprudencias de los últimos días. Las imágenes de las aglomeraciones en calles y plazas, y los botellones multitudinarios se repiten con demasiada frecuencia.
En bastantes puntos de la geografía nacional se han registrado incidentes a lo largo del fin de semana. Casi siempre relacionados con el consumo de alcohol. En el barrio barcelonés de Sants se celebró su fiesta mayor, con el balance de varios altercados.
Los hechos ocurrieron cuando la Policía trato de disolver un botellón con miles de jóvenes, que se resistían a poner el final a la fiesta. Como es de suponer, la gran mayoría sin mascarilla y sin respetar las distancias de seguridad.
En los altercados resultaron heridos seis agentes por el lanzamiento de botellas cuando trataban de disolver estas reuniones. Estos hechos se repitieron durante tres noches consecutivas desde el pasado jueves. Los Mossos tuvieron que utilizar las porras para repeler el lanzamiento masivo de botellas.
Los sindicatos policiales reclamaron más agentes para combatir estos botellones y hacer cumplir las medidas anticovid. Desde la Generalitat, su consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, ha asegurado que se tomarán decisiones con inmediatez. Advirtió que las fuerzas de seguridad se reforzarán con 100 dotaciones más.
En San Sebastián, la Ertzaintza arrestó a 14 personas durante los altercados producidos en la madrugada del domingo. Solo hubo que lamentar cuantiosos daños en el mobiliario urbano. Sin embargo, los agentes tampoco se libraron de las agresiones de los jóvenes que se encontraban concentrados en las calles.
Además, también denunciaron un macrobotellón con más de mil personas en el paseo Butrón de Fuenterrabía (Guipúzcoa). Los presentes no estaban respetando las medidas impuestas para controlar el virus.
A la espera de la sexta ola
La Policía Foral también tuvo que intervenir este fin de semana en casi una veintena de botellones en diferentes puntos de Navarra. Contabilizaron más de 150 actuaciones, siendo la más importante una que tuvo como protagonistas a 40 jóvenes. Estaban a las puertas de un centro comercial pidiendo la colaboración de mayores de edad para que les adquirieran el alcohol.
En la Comunidad de Madrid hubo cinco detenidos y ocho policías heridos durante las fiestas de Alcalá de Henares. Los agentes tuvieron que intervenir para poner fin a una concentración en la plaza de Cervantes.
Esta situación se ha ido agravando a medida que transcurría el verano. Se confía que con el final de las vacaciones vuelva la normalidad y que el número de botellones en las calles vaya cayendo. En definitiva, se trata de evitar una sexta ola.
En Andalucía, la intervención más importante se produjo en Sevilla. Las fuerzas de seguridad intervinieron en una terraza de verano, donde había 415 personas y se incumplían las medidas sanitarias. El local en cuestión fue precintado.
Más de un centenar de denuncias se contabilizaron en Asturias a raíz de estos encuentros multitudinarios en la calle. La Guardia Civil se vio obligada a intervenir en distintos puntos de la región para acabar con las aglomeraciones de jóvenes bebiendo en las calles.
Por su parte, en la provincia de Soria la Benemérita recibió más de un centenar de avisos, disolviendo 50 reuniones. Seis de ellos tuvieron lugar durante la noche del sábado. Las concentraciones de personas y la realización de botellones fueron constantes también en diferentes sitios de la provincia.