Martín Ezequiel

El extraño giro de Martín: de padre ejemplar a matar a su hijo en 8 días

El parricida se comportó bien los primeros días de su separación, pero el martes pasado cambió todo

La policía sigue buscando sin descanso a Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, el hombre que el pasado martes mató a su hijo de 2 años en Barcelona. Cada día que pasa se desvanecen un poco más las opciones de dar con su paradero. Se le perdió la pista en el aeropuerto, aunque no cogió ningún vuelo.

Todo lo que rodea este caso está envuelto en un gran misterio. Según los últimos detalles que se han podido conocer, Martín fue un padre ejemplar hasta pocos días antes del suceso. Algo cambió en la mente de este economista argentino de 44 años que le llevó a tomar la decisión más cruel.

¿Cómo puede convertirse un padre ejemplar en un monstruo en tan solo una semana? Es una de las preguntas que se hacen los investigadores. Conocer los últimos pasos del parricida ha sido una de sus prioridades para adelantarse a sus pasos y acercarse a él.

8 días separado y comportamiento ejemplar

A través del interrogatorio a sus padres y a su expareja han podido saber que ella tomó la decisión de separarse hace 8 días. Él abandonó el domicilio familiar, en el barrio de Sants, en Barcelona, para irse a vivir con su padre, en El Vendrell (Tarragona). En esos días se produjo el extraño giro de padre ejemplar a monstruo.

Lo extraño de todo es que Martín no mató a su hijo en un arrebato, sino que lo planeó con la sangre fría de un psicópata. Según publica La Vanguardia, los días siguientes a la separación “tuvo una actitud ejemplar” tanto con su hijo como con su pareja. Nadia hacía prever el macabro plan que estaba tramando.

El domingo, dos días antes del crimen, reservó una habitación en el hotel Concordia de Barcelona. Lo hizo a través de una Smartbox y para ello pidió dinero a un familiar. Le dijo que iría a pasar el día a Barcelona con su hijo y convenció a su expareja para llevárselo unas horas. 

El día que cambió todo

Después de conocer la muerte de su hijo, esta madre confesó a una persona cercana que se sentía culpable. Sin embargo, en los días anteriores Martín no había mostrado ni un solo rasgo de rencor o agresividad. Una de las posibilidades es que aparentar normalidad formara parte del plan preconcebido.

La madre del menor empezó a extrañarse cuando el mismo día de los hechos recibió varios mensajes amenazantes de su ex. Marín le decía que se suicidaría y que se arrepentiría de haberse separado de él. En torno a las 10 de la noche recibió el más escalofriante: “En el hotel tienes lo que te mereces”.

El hombre había matado a su hijo asfixiándolo y había escondido su cuerpo debajo de la cama antes de abandonar el hotel. Saltó el muro de la piscina y abandonó el lugar a través de los tejados. Primero creyeron que podría haber ido a Montjuïc, pero los últimos datos le ubican por última vez en el aeropuerto de Barcelona.

¿Dónde está Martín Ezequiel?

Y aquí llega el último misterio de este caso. Martín aparece en la terminal 1 del aeropuerto de Barcelona antes de desaparecer, pero no a coger ningún vuelo. Una hipótesis es que lo hiciera con documentación falsa, pero los investigadores lo dudan porque el fugitivo no tiene experiencia delictiva. 

Cabe la posibilidad de que en el aeropuerto se asustara y diera marcha atrás, buscando algún otro escondite. Sin embargo, también cabe la posibilidad de que hubiera estado preparando documentos falsos los días anteriores. Los ocho días en los que este padre ejemplar se convirtió en un cruel psicópata. 

¿Dónde está Martín Ezequiel Álvarez Giaccio? La policía ha puesto todos sus efectivos en la búsqueda del parricida, y ha difundido su foto pidiendo la colaboración ciudadana. De momento, todos los esfuerzos han sido en vano y el asesino permanece desaparecido.

Hay una orden de busca y captura contra él, y a la persecución encabezada por los Mossos se han sumado Policía Nacional, Guardia Civil y Guardia Urbana de Barcelona. Creen que es cuestión de horas que cometa algún error y sea localizado. Pero el tiempo se agota y cada minuto que pasa se aleja más la posibilidad de dar con él.