Mientras hace unas semanas en España parecía reinar un clima de tranquilidad y positividad respecto al covid, en los últimos días la cosa parece haber cambiado bastante. Pese a que la vacunación avanza a buen ritmo, hay factores que todavía hacen que el verano se pueda complicar.
Buena prueba de ello es lo que ha sucedido en los últimos días en Mallorca. Un gran brote de contagiados después de que cientos de jóvenes hayan ido a la isla en viajes de fin de curso y similares.
Como decimos, aunque este caso concreto haya sido tan noticiable, lo cierto es que no se trata de la única situación así que se ha producido. Pero este no parece que vaya a ser el único problema que pueda haber este verano.
Para hacernos una idea de lo que podría suceder en los próximos meses hay que tener varias cosas en cuenta. Por una parte está el tema de la vacunación. España está avanzando a pasos agigantados en la administración de las dosis y esto ha creado un escenario de positivismo.
Sin embargo, lo cierto es que no todo se basa en las vacunas. Sí que es cierto que cuantas más personas estén vacunadas mejor, pero hay otros aspectos que hacen que todavía haya peligro.
El ocio nocturno hace crecer los contagios entre los jóvenes
Uno de estos factores de riesgo sería el ocio nocturno. Mientras que el verano pasado este se encontraba totalmente cerrado ─pues se acababa de salir del confinamiento domiciliario─ en estos meses la cosa ha cambiado.
Con los buenos datos que se habían conseguido en España en los últimos meses y la caída del estado de alarma las comunidades comenzaron a eliminar restricciones.
Tanto es así que se llegó incluso a reabrir el ocio nocturno. Ahora esto supone ya un problema importante pues es precisamente ahí donde podrían producirse el gran grueso de los contagios que haya próximamente.
Hay que tener en cuenta que, en general, los usuarios de este ocio nocturno serían los jóvenes, justamente el colectivo de personas que todavía no ha sido vacunado.
Precisamente es ahí donde reside el problema y es por ello que algunas comunidades ya se plantean volver a cerrar establecimientos de este sector ante el riesgo que pueda existir.
El adiós a las mascarillas podría llevar a un relajamiento
Por otra parte, existe el problema de las mascarillas. Cierto es que el hecho de que no sea obligatorio llevar mascarilla en la calle no debería influir mucho en los contagios. De hecho, son muchos expertos los que aseguraban que esta medida era innecesaria.
Sin embargo, sí que podría cambiar la forma de utilizarlas en otros ámbitos. El haber quitado su obligatoriedad en exteriores puede probar que ya no se tenga tan presente esta medida.
Así pues, podría llegar a pasar que muchas personas se relajen con ello y dejen de usar-las también en otros espacios. Por ejemplo, domicilios privados, transportes públicos o incluso en exteriores con grandes aglomeraciones, donde sí es obligatorio utilizarlas.
Se trataría de algo peligroso, pues la mascarilla es una de las pocas formas que tenemos de protegernos contra el contagio del coronavirus..
La variante Delta, peligrosa por su rápido contagio
Otro de estos factores que podrían causar problemas este verano es la variante del covid conocida como Delta, es decir, la que se detectó por primera vez en India.
Según se ha podido saber, con datos que ha dado el Centro Europeo para el Control de las Enfermedades, esta variante sería un 60% más transmisible que la cepa original.
Esto quiere decir que, pese a que sus efectos no serían peores que los del coronavirus normal, los contagios que provoca sí que podrían ser más.
Esto unido a todos los aspectos mencionados anteriormente puede hacer que este verano no vaya tan bien como muchos esperaban en un primer momento.
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