Más allá de nuestras fronteras, algunos gobiernos se están enfrentando a una problemática situación muy complicada de resolver.
El coronavirus sigue propagándose a un ritmo muy elevado y la llegada de la vacuna no está siendo suficiente para frenar su avance.
Incluso algunos territorios, como es el caso de Alemania, están registrando a estas alturas de la pandemia sus cifras récord de contagio. Además, siguen acumulando cifras de fallecidos muy altas mientras crece el temor ante un posible colapso hospitalario tras dispararse los ingresos en UCI.
Esta situación se ha desatado porque algunos países europeos están encontrando serias dificultades para alcanzar la ansiada inmunidad de rebaño.
Son muchos los ciudadanos del mundo que han optado por rechazar las vacunas y no inmunizarse pese a tener la oportunidad de hacerlo de una forma rápida, gratuita y segura.
Ya sea por negacionismo o por falta de solidaridad, parte de la población se ha negado al pinchazo y sigue cuestionando sin evidencias científicas la seguridad y eficacia de las vacunas.
Los no vacunados, un problema para los Gobiernos: se plantean nuevas propuestas
Ante esta situación, las autoridades gubernamentales están intentando buscar soluciones que permitan frenar el avance de la pandemia y ya trabajan en algunas medidas para conseguirlo.
Sin embargo, la misión se antoja muy complicada. En primer lugar porque la idea de imponer la obligatoriedad de las vacunas es una cuestión muy polémica que casi ningún país se ha atrevido a proponer. Y, en segundo, porque las medidas que buscan fomentar la vacunación no están resultando demasiado fructíferas.
Como ejemplo, podemos poner el caso de Estados Unidos, donde se han dado todo tipo de regalos e incentivos para aumentar la tasa de vacunados. Desde marihuana terapéutica hasta premios económicos, pasando por bonos para consumir en restaurantes y tiendas.
Los incentivos fueron de gran ayuda, pero en ningún caso suficientes. Una situación que ha llevado a Joe Biden a imponer la vacunación obligatoria contra la COVID-19 de millones de trabajadores. Entre ellos, el personal sanitario y los trabajadores de empresas con más de 100 empleados.
La necesidad de aumentar el número de vacunados también está siendo latente en Europa. Mientras que en Alemania se han propuesto limitar el ocio de los no inmunizados exigiendo el pasaporte covid para acceder a locales, Austria trabaja en una medida más drástica.
Austria propone confinar a los no vacunados antes de las fiestas navideñas
El canciller federal, Alexander Schallenberg, ha lanzado una nueva y polémica propuesta que ya ha sido aprobada por todos los estados federados del país.
Concretamente, el político propone confinar durante quince días a las personas que no se hayan vacunado de cara a la celebración de las fiestas navideñas. Una medida cuyo objetivo es que 'no paguen justos por pecadores', según reza el dicho popular.
"La situación es muy tensa. Queremos encontrar soluciones únicas para todo el país, para todos los Estados federados. La mayoría de la población que se ha protegido, que se ha vacunado, no debe ser la que tenga que ir a un confinamiento ahora para proteger a la minoría que no se ha protegido", señalaba el político conservador.
Con esta medida, el Gobierno austríaco pretende dar un paso más allá tras prohibir a los no vacunados acceder a locales de ocio y gastronomía, centros de estética o grandes eventos.
Desde el Ejecutivo están muy preocupados ante una "vergonzosa" tasa de vacunación que no supera el 65 % de la población, una de las bajas de Europa Occidental.
A modo de comparación, en nuestro país la cifra casi alcanza el 80% de la población. Aunque eso no ha impedido que también se hagan propuestas drásticas para castigar a los no vacunados.