La situación epidemiológica por la que atraviesa Italia ha obligado al Gobierno a tomar una decisión drástica para frenar la nueva ola que parece estar comenzando en el país vecino. Millones de italianos han comenzado la semana con unas duras restricciones que se suman a las que llevan padeciendo desde hace meses.
Sergio Mattarella, presidente de la República italiana no ha tenido más remedio que decretar un confinamiento radical ante el incremento de nuevos contagios por Covid-19 que se están registrando en el país. Un incremento que pone en jaque a los ciudadanos y que se espera que llegue a controlar con la implantación de las medidas urgentes dictaminadas el pasado sábado 13 de marzo.
Italia decreta un confinamiento radical
Cuando se ha cumplido el primer año de la pandemia del coronavirus, Italia revive lo ocurrido hace 12 meses. Los contagios se han disparado y al Gobierno no le ha quedado más remedio que decretar un confinamiento radical de aquellas zonas calificadas como «rojas» debido a su alta incidencia. Una decisión que ya se barajó meses antes de las navidades.
De esta manera, a partir de hoy lunes 15 de marzo, las regiones de Lombardía, Piamonte, Emilia-Romaña, Friuli-Venecia Julia, Véneto (norte), Las Marcas (centro), Campania, Apulia y Molise (sur) y Lacio, con capital en Roma; y la provincia autónoma de Trento (norte) deberán cerrar todos los negocios no esenciales y solo podrán salir a la calle por motivos de salud, laborales o de urgencia. Hacer deporte solo estará permitido si se realiza en las inmediaciones del domicilio.
Se tratan de unas medidas drásticas destinadas a controlar el aumento de contagios que se están produciendo y que amenazan con una nueva ola. La situación epidemiológica ha provocado que los italianos deban hacer frente a un marzo muy complicado donde es inevitable hacer sacrificios para evitar el colapso en los hospitales y poder recuperar algo de normalidad en el mes de abril.
La amenaza de las nuevas variantes y el lento ritmo de vacunación
Desde el Gobierno italiano mantienen una preocupación ante el avance de las nuevas variantes, principalmente la británica, que ha elevado considerablemente el número de los contagios. En este sentido, Italia lleva registrados desde hace días cerca de 20.000 casos diarios y los centros sanitarios se encuentran al borde del colapso.
Al avance de las nuevas variantes hay que sumar el lento proceso de vacunación del país. El presidente del Consejo de Ministros italiano, Mario Draghi, asegura que el Gobierno está trabajando para impulsar la campaña de vacunación y conseguir así la inmunidad de grupo. Mientras tanto, toda Italia será confinada los días de Semana Santa, del 3 al 5 de abril, mediante el decreto creado por el Ejecutivo.
Además, entre el 15 de marzo y el 6 de abril, aquellas regiones que superen los 250 contagios por 100.000 habitantes serán calificadas como «zonas rojas» y también serán confinadas, tal y como ya lo están sufriendo los habitantes las diez regiones italianas citadas anteriormente. Como consecuencia, los negocios no esenciales, las universidades y las escuelas permanecerán cerradas y solo se podrá pasear o hacer ejercicio dentro del radio del domicilio.
Ayudas para paliar el confinamiento
Decretar un cierre de negocios conlleva la pérdida económica de muchas familias, por ello, desde el Ejecutivo italiano han anunciado un plan de ayuda: «Se brindará apoyo a las familias para hacer frente a lo que ocurrirá a partir del lunes en muchas regiones italianas» explicaba Draghi.
Por el momento, se ha aceptado un paquete de ayudas de 290 millones de euros destinado a facilitar los permisos parentales en el caso de aquellas familias que deban quedarse en casa al cuidado de los hijos por el cierre de las escuelas así como subvencionar con 100 euros por semana a aquellos autónomos o trabajadores sanitarios que contraten niñeras.