Mujer de negocios joven que trabaja desde casa con mascarilla

Una comunidad de España da un paso más: fuera la mascarilla en el trabajo

En la Comunidad de Madrid no hará falta llevar mascarilla cuando estés sentado y con la distancia mínima de seguridad

La Comunidad de Madrid ha puesto una marcha más en el avance hacia la normalidad. La presidenta Isabel Díaz Ayuso anunció ayer la eliminación del uso obligatorio de mascarilla en el patio de los centros educativos. La misma orden incluye otra novedad, el fin de las mascarillas en el lugar de trabajo.

Este viernes se ha aprobado la modificación a través del Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, y tendrá vigencia a partir del próximo lunes, 25 de octubre. Tal y como avanzamos ayer, los niños no tendrán que llevar mascarilla en el patio, siempre y cuando mantengan la distancia de seguridad.

La nueva orden incluye la supresión del uso obligatorio de mascarilla para los trabajadores, siempre que permanezcan sentados y con una distancia mínima de 1,5 metros. La medida, de hecho, ya venía recogida en la orden anterior y se ha incluido en la nueva a modo de recordatorio.

Asimismo, la Comunidad de Madrid permite la retirada de la mascarilla en los juicios cuando se pueda garantizar la distancia de seguridad, o cuando existan mamparas separadoras de protección. Los ayuntamientos madrileños podrán ampliar el horario de cierre de las terrazas en locales como bares y salas de fiesta hasta la 1 de la madrugada.

Novedades de la nueva orden

En la nueva orden se recoge la obligatoriedad de preasignar el asiento en cines, teatros, auditorios, circos, salas polivalentes y espacios similares. Lo mismo vale para los recintos al aire libre, espectáculos públicos y actividades recreativas. 

Con estas novedades, Madrid se pone en la cabeza de las comunidades que más cerca están de la normalidad. La mascarilla en el patio de los colegios era una de las últimas restricciones que quedaban en pie. Tras su supresión, ya solo queda la mascarilla en espacios cerrados, aunque esto dependerá del ministerio de Sanidad.

Nuevo choque con Sanidad

De hecho, la medida anunciada ayer por Ayuso ha provocado un nuevo choque entre el Gobierno de la comunidad y el ministerio de Sanidad. El departamento que dirige Carolina Darias ha recordado a la Comunidad de Madrid que no tiene las competencias para tomar esa medida. De momento, sin embargo, esta sigue adelante.

La presidenta en una sesión
La presidente lo ha anunciado en la sesión de control | GTRES

El Gobierno madrileño enviará hoy una instrucción a los centros escolares para controlar el uso de mascarillas en el patio. Los supervisores deberán asegurarse que se respeta la distancia de seguridad en el caso de los alumnos que no lleven mascarilla. 

Instrucciones en los centros

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha informado que se remitirá la orden a los centros con una serie de instrucciones. “Tienen que vigilar el no uso, o el uso cuando haya menos de 1,5 metros de distancia”, ha explicado. Lo mismo sucederá en los centros de trabajo, donde se debe velar por la correcta aplicación de la norma.

“Las autoridades no dicen que con la situación de contagios y vacunación es el momento en el que se debe hacer”, ha justificado. Ayer dijo algo parecido la presidenta de la Comunidad: “Ya quitaron las mascarillas en mitad de la transmisión comunitaria de la cepa delta con solo el 45% de la población vacunada, así que no sé a qué viene ahora no seguir avanzando”.

La comunidad sigue avanzando

Ante la oposición del ministerio de Sanidad a la medida, Ayuso ha mandado un recado al Gobierno central: “Tienen por costumbre enmendar la plana a todo lo que hacemos para, a continuación, copiarlo”. “Estoy obligada a avanzar”, ha dicho de forma contundente, “y van a tener que acabar dándonos la razón”.

La orden vigente establecía el uso obligatorio de mascarilla para todas las personas a partir de los 6 años, con independencia de la distancia de seguridad. La modificación aprobada hoy y válida a partir del 25 de octubre elimina la obligatoriedad bajo la única premisa de la distancia de 1,5 metros.