Detalle de las manos de una persona mayor con anillo en un de los dedos y apoyadas en un bastón

Si te vas a jubilar pronto, te tocará esperar más de la cuenta para cobrar

El Gobierno habla de una demora de 7 días, pero sindicatos lo elevan a un período de entre un mes y mes y medio

La pandemia ha provocado un terremoto en todos los ámbitos, también el de la administración pública. Los cierres de oficinas derivados del confinamiento, las bajas por enfermedad y la acumulación de trabajo ha retrasado los plazos en la aprobación de varias ayudas, y esto está afectando también la pensión de los nuevos jubilados.

Según los registros de las direcciones provinciales de la Seguridad Social, el tiempo medio de resolución para las pensiones de jubilación es de 16 días. Pero el Gobierno advierte que hay que sumar 7 días más, por el tiempo de margen entre el reconocimiento de la prestación hasta su llegada al bolsillo de los pensionistas. En total, la elaboración, fiscalización y abono de la pensión podría demorarse una media de 23 días.

Así lo ha explicado el propio Gobierno por escrito a una senadora del Grupo Popular, María Mercedes Fernández. Según esta información, las prestaciones se están resolviendo con suficiente rapidez como para que haya menos de un mes entre el último salario y el primer pago de la pensión. Se evita así que se produzca una interrupción de rentas.

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Pero sindicatos de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) ponen en duda estas cifras. En contra de lo que dice el ministerio de Seguridad Social, los sindicatos aseguran que se está produciendo entre un mes y un mes y medio de retraso en el cobro de la primera pensión, debido al colapso de la administración. 

La media de 16 días ya supone un incremento de 11 días respecto a lo que esperaban los nuevos jubilados para cobrar la primera pensión antes de la pandemia. Los sindicatos no ven realistas las previsiones que está dando el Gobierno, ya que según los datos de Seguridad Social, en septiembre de 2018 los trámites de elaborar, fiscalizar y abonar la nómina suponían, como mínimo, 13 días de media, y no 7 como dicen ahora.

Sin embargo, estos retrasos varían en función de los territorios. En Navarra, por ejemplo, se tarda el doble en abonar la prestación: 48 días. En Gerona se superan los 39 y en Madrid los 37. Las provincias que menos tardan son Huesca, Albacete y La Coruña, con menos de 9 días. Pero en estos datos no se incluye el tiempo transcurrido hasta conseguir una cita con la Seguridad Social, que ha sido uno de los principales problemas este último año.

Cinco meses de gestión

En muchos lugares de España, conseguir cita se ha convertido en una odisea y muchos usuarios se encontraban con este mensaje en la sede electrónica de la Seguridad Social: «Lo sentimos, no existe disponibilidad en los próximos días para el servicio solicitado. Si lo desea, puede intentar de nuevo su búsqueda eligiendo otra ubicación».

En el caso de Pilar, residente en Madrid, se jubiló en agosto de 2020 y en septiembre empezó los trámites para solicitar la pensión. Ante la imposibilidad de obtener cita presencial, lo intentó a 600 kilómetros de distancia, en La Coruña, donde le dieron cita para diciembre. Desde la resolución hasta recibir la prestación pasó un mes. En total, cinco meses de gestiones.

5.000 nuevos jubilados en 4 años

La demora en la entrega de las pensiones se ha visto acrecentada por el colapso de la administración debido a la gestión del ingreso mínimo vital (IMV). Seguridad Social se escuda en los problemas de colapso por el pico de la pandemia: «Hubo que cerrar las oficinas de repente y pasar a tramitar todo sin atención presencial durante tres meses, esto pudo elevar ligeramente los plazos».

También defienden que fue una cosa «bastante puntual» y que «se fue corrigiendo de forma gradual». A finales de año, dicen, a pesar de haber limitación de aforo y bajas laborales por el Covid-19, «se compensó con todas las medidas puestas en marcha, como canales alternativos, buzones para envío de solicitudes y documentos justificativos que no se admitían previsamente».

Los sindicatos, sin embargo, siguen pidiendo que se refuercen las plantillas: «Cada vez somos menos, el personal se va jubilando a un ritmo mucho mayor que las incorporaciones, y además se trata de personas con muchísima experiencia que se pierde, así que perdemos efectivos y su conocimiento». Y advierten que con una edad media de 58 años y con los rumores de cambio en el cálculo de las pensiones, en los próximos años se pueden jubilar 5.000 trabajadores: «Se nos viene una buena encima».