Entre el pánico y la consternación, así viven los vecinos del barrio de Garrido, en Salamanca, tras el tiroteo mortal del fin de semana. En el altercado perdió la vida José María, un sanitario de 53 años al que todos conocían como Chema. Estaba celebrando el 35 cumpleaños de su chica Belén, que fue herida grave.
El único detenido por el crimen de Garrido es un joven de 32 años, amante del deporte, los animales y los videojuegos. El homicida no conocía a las víctimas y la razón por la cual abrió fuego contra ellos sigue siendo un misterio. Al parecer, todo empezó con un encuentro fortuito en el bar donde se celebraba el cumpleaños.
Personas del entorno laboral del asesino le definen como un tipo raro. La noche del sábado 28 de agosto entró en el bar Ciclón, donde Chema, Belén y una amiga celebraban el cumpleaños de la mujer. El joven les molestó e intentó mantener una conversación con ellos, pero le ignoraron y siguieron disfrutando de la velada.
Pasadas las 2 de la noche, Chema y Belén abandonaron el local para dirigirse a casa de ella. Fuera les estaba esperando el chico, que les siguió y les disparó varios tiros a bocajarro por la espalda. El tiroteo despertó al vecindario y en cuestión de minutos la zona se llenó de patrullas de policía y ambulancias.
Los sanitarios confirmaron la muerte del hombre, que trabajaba como técnico de rayos en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila. Estaba divorciado y tenía 2 hijas de una relación anterior. Lo enterraron el domingo entre muestras de dolor, y le recordaron como una persona simpática y llena de alegría.
Por su parte, Belén sigue luchando por su vida en la UCI del Hospital Virgen de la Vega. Le practicaron una operación de urgencia para extraerle la bala que tenía en la cabeza, y tenía heridas en la mandíbula y las manos. Estaba divorciada y tenía un hijo con una pareja anterior.
Chema y Belén, una pareja muy unida
Chema y Belén compartían algo en común: los dos tenían un hijos. Esto les había unido mucho y habían empezado una relación después de sus procesos de divorcio. La historia de amor de los vecinos de Garrido acabó de manera trágico el sábado, el día que ella cumplía 53 años.
En declaraciones a La Crónica de Salamanca, una persona de su entorno muestra su consternación: "En el pueblo todos estamos en shock, no te puedes imaginar que una personas que conoces de toda la vida acabe así". Esta persona ha ofrecido más detalles sobre cómo se desarrollaron los acontecimientos.
Según cuenta, "la peluquera de aquí al lado atendió a Belén aquel día, la peinó para su fiesta de cumpleaños". Para la celebración escogieron el bar Ciclón, un local al que ella solía acudir con frecuencia. Fue allí donde se desató la absurda discusión que poco después se teñiría de sangre.
Según los testigos, el agresor entró en el bar donde Chema, Belén y una amiga celebraban el cumpleaños. El joven intentó flirtear con Belén pero esta le rechazó y se produjo una tensa discusión. "Se metió con ella, el presunto agresor tiró las sillas y las mesas", narran los vecinos que vieron la escena.
El dueño del bar echó al agresor y este se fue de malas formas amenazando a Chema y a Belén de que les pegaría un tiro. Nadie pudo suponer que lo estaba diciendo en serio. El joven fue a su casa a buscar el arma con la que minutos después cumpliría su amenaza.
Tras los pasos del asesino
Los vecinos escucharon disparos y luego vieron coches de policía y ambulancias. "Me asusté, es algo que no oyes normalmente", dice uno de ellos. Recuerdan a Belén como una gran madre dedicada en cuerpo y alma a su hijo y se quejan de la inseguridad que reina en el barrio.
Menos de 48 horas después del crimen, agentes de la Policía Nacional detuvieron al presunto autor de los hechos. Lo encontraron en el domicilio donde reside. Se trata de un vigilante de seguridad al que tenían identificado desde hace tiempo y al que varios testigos señalaron como autor del tiroteo.
A última hora de la tarde del domingo, los agentes cerraron la calle y entraron en el domicilio donde se refugiaba el presunto homicida. El hombre fue conducido a dependencias policiales entre gritos de "asesino". Ahora está a la espera de declarar ante el juez para aclarar las incógnitas sobre el crimen.