Ya han pasado 45 días desde la desaparición de Anna, Olivia y Tomás Gimeno en Tenerife. Las autoridades siguen trabajando insaciablemente en la búsqueda de nuevas pistas que sirvan para arrojar algo de luz sobre el caso.
Desde hace casi dos semanas, la investigación se está centrando en el fondo marino con la ayuda del buque Ángeles Alvariño.
Los expertos a bordo de la embarcación cedida por el Instituto Español de Oceanografía están rastreando toda la zona donde se geolocalizó la última señal del móvil del padre de las niñas. Una intensa labor que se está llevando a cabo las 24 horas del día y que ya ha dado sus primeros frutos.
Tras inspeccionar las profundidades del mar, la Guardia Civil ha identificado dos objetos pertenecientes a Tomás Gimeno: una bombona de oxígeno y una funda nórdica que ya ha sido analizada.
Aunque no se han encontrado restos biológicos durante el análisis, algo comprensible debido a los efectos del agua, los hallazgos han servido para reforzar la hipótesis más temida por todos.
La posibilidad de un parricidio está cada vez más encima de la mesa, pese a que la Guardia Civilcontinúa con todas las hipótesis abiertas.
«Hay una hipótesis terrible de la que cuesta hablar aunque todos la tenemos en la cabeza», reconocía el periodista Nacho Abad al informar del caso en 'Espejo Público'.
Sin embargo, se trata de una teoría que la madre de Anna y Olivia se niega a aceptar. Beatriz Zimmermann sigue apostando porque las niñas están vivas y que su padre se las llevó al extranjero.
La hipótesis sobre la desaparición de las niñas de Tenerife que la madre rechaza
Ante los nuevos hallazgos en el fondo del mar, la teoría sobre el posible parricidio ha cobrado fuerza. Por esta razón, la jueza ha decidido prolongar la búsqueda en el fondo del mar, que estaba prevista que finalizase esta misma semana.
El objetivo ahora es buscar otros objetos que sirvan para resolver el caso, entre ellos las dos bolsas con las Tomás Gimeno fue visto subiendo a bordo de su lancha.
Cabe la posibilidad de que los cuerpos sin vida de las pequeñas estuvieran en esos sacos y, por ello, la búsqueda continúa a más de 1.000 kilómetros de profundidad.
Haciendo alusión a esta teoría, Nacho Abad ha querido señalar que los cuerpos en contacto con el agua quedan 'saponificados'. «Fue lo que ocurrió con el de Diana Quer», advertía el periodista.
Sin embargo, insiste en señalar que «esta es la peor de las hipótesis, la derrotista y la que todos queremos sacar de nuestras vidas».
La conversación que mantuvo Tomás Gimeno con la madre de sus hijas
Precisamente, el entorno más próximo a las niñas rechaza de manera tajante esta teoría y relacionan los hallazgos a un plan de Tomás Gimeno para despistar a la policía.
Según ha sostenido la madre de las pequeñas, se pueden tratar de pistas falsas que el padre habría dejado para huir a otro país con mayor tranquilidad.
Como argumento a esta teoría, Joquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos y portavoz de Beatriz, ha apuntado hacia la conversación que mantuvo Tomás Gimeno con la madre de las niñas antes de huir.
La noche del pasado 27 de abril, Tomás Gimeno llamó a Beatriz para comunicarle que se llevaría a las hijas de ambos muy lejos de Tenerife.
«Le dijo claramente que se llevaría a las niñas y que no las iba a ver más ni a él tampoco. Él decía que iba a cuidar a las niñas muy bien y se lo repitió toda la noche», mantiene Amills.
Además, se trata de una teoría en la que también insisten algunos amigos del padre de Anna y Olivia. Según ha relatado en 'Espejo Público' uno de ellos, Tomás Gimeno jamás sería capaz de hacerle daño a sus hijas.
«Si quisiera hacerles daño les hubiera hecho daño en el momento. Hay cosas que no tienen mucho sentido para un final trágico aunque esto lo ha hecho con ayuda, porque él solo no ha podido», ha asegurado.