Más allá de la emergencia sanitaria derivada del coronavirus, la pandemia ha provocado también una profunda crisis económica. Esto se verá reflejado en la declaración de la renta 2020 cuya campaña empezará en abril de 2021. Los técnicos fiscales aconsejan aprovechar las últimas semanas del año para rebajar la factura del IRPF.
En 2021 entrarán en vigor nuevas subidas que supondrán un impacto en la declaración de la renta, así que las últimas semanas de 2020 son la última oportunidad para conseguir una rebaja. Los asesores fiscales te explican cómo hacerlo.
Cambios en la declaración por el coronavirus
Según los técnicos del ministerio fiscal, puedes llegar a ahorrar hasta 4.500 euros en el caso de las renta más altas, y 1.700 para ingresos anuales de 21.000 euros. El principal factor a tener en cuenta en la próxima declaración son los ERTE, ya que los trabajadores sujetos a este tipo de expedientes habrán tenido dos pagadores, la empresa y el SEPE.
En este caso hay que hacer una declaración cuando se superan los 14.000 euros anuales, en lugar de los 22.000 exigidos cuando hay un solo pagador. Esto siempre que las prestaciones no superen los 1.500 euros. El consejo de los asesores es que los trabajadores pidan una subida de la retención para última nómina del año.
Las madres afectadas por ERTE o por el cese de actividad, con hijos menores de tres años y con derecho a la deducción por maternidad, no podrán aplicarla por el tiempo que hayan estado afectadas. También deben incluirse en la declaración todas las ayudas recibidas, incluidas las que ha creado el Gobierno durante la pandemia.
Por otro lado, el período de 72 días en el que los plazos tributarios se aplazaron con motivo del estado de alarma, llevarán a una ampliación por el mismo período de tiempo para reinvertir en una vivienda habitual lo obtenido por la venta de otra, sin tributar por la ganancia patrimonial. También será así con la reinversión de recursos en las rentas vitalicias de mayores de 65.
Otros consejos para ahorrar en la declaración
Además, cada comunidad autónoma tiene sus respectivos descuentos a la hora de hacer la declaración. Es recomendable estar siempre atento a las rebajas ligadas al pago en guardería de los hijos, transporte público, gastos educativos, alquiler de viviendas, instalación de depósitos de ahorro de agua o energía, etc.
El nacimiento de un hijo cambia las cuentas de un núcleo familiar, así como un matrimonio, un divorcio o una discapacidad. Se recomienda informar al empleador de la situación personal para poder ajustar el IRPF según las circunstancias familiares que surjan.
Los cheques restaurantes, seguros de salud para el trabajador, vales en transporte y otros salarios en especie están exentos de pagar el IRPF. Otros ahorros vinculados al trabajo son los gastos en las cuotas sindicales, colegios profesionales y abogados para pleitos laborales, que permiten una deducción en la renta.
Por otro lado, destinar dinero a ONG, fundaciones y entidades sin ánimo de lucro ofrece beneficios fiscales: hasta un 80% en los primeros 150 euros, y un 40% en las siguientes cantidades. Otra de las deducciones llega por la compra de una vivienda, por lo que es necesario amortizar la hipoteca antes del 31 de diciembre.
Las ventajas fiscales se disparan para los mayores de 65 años, en especial por la venta de una vivienda. Los técnicos recomiendan esperar a tener 65 años para traspasar la residencia, ya que estará libre de impuestos. En cuanto a los planes de pensiones, las aportaciones de hasta 8.000 euros también son deducibles en el IRPF.
En cuanto a las deducciones para los propietarios de bienes inmuebles de alquiler, los gastos en el IBI, seguros, comunidad, agencias y demás, aportan beneficios fiscales. También las inversiones. Si quieres vender algunos bienes, es aconsejable estudiar la mejor opción para ahorrar en los impuestos en la declaración de la renta del año que viene.