La aprobación de la nueva ley de medidas contra el fraude fiscal incluye una modificación del límite para pagar en efectivo. Hasta ahora se podía pagar en metálico hasta un máximo de 2.500 euros, pero según la nueva normativa esta cantidad se reduce a 1.000. La medida afecta también a particulares, cuando tengan que pagar a empresas o profesionales.
El cambio se encuentra recogido en la ley de medidas contra el fraude fiscal, una nueva legislación aprobada ayer en el Congreso de los Diputados. Se trata de una estrategia del Gobierno para aumentar la recaudación, además del compromiso adquirido con la Unión Europea en el marco de la lucha contra la evasión de impuestos y el fraude.
La medida fue impulsada en octubre por el Gobierno de Pedro Sánchez, pero la polémica suscitada por el intento de dar cobertura legal a las inspecciones sorpresa de Hacienda ha retrasado su aprobación hasta ahora. Finalmente, la comisión encargada ha dado luz verde a la normativa que ahora tendrá que pasar por el Senado. La previsión es que entre en vigor después del verano.
Una de las partes de la ley que ha suscitado más interés es la que permitirá a Hacienda realizar inspecciones sorpresa a particulares y empresas, previa autorización judicial. La Agencia Tributaria no tendrá que notificar la visita, siempre que antes haya justificado el motivo adecuadamente ante la autoridad judicial.
Pero además de esta novedad, en la ley se incluyen otras medidas como la rebaja de la cantidad máxima con la que podrás pagar en efectivo a partir de ahora. Hasta ahora se establecía un límite máximo de 2.500 euros y solo afectaba a las operaciones entre empresas. Con la entrada en vigor de la nueva normal, el límite máximo será de 1.000 euros, y afectará también a los particulares que realicen pagos a empresas.
El Gobierno satisface así la demanda del sindicato de técnicos del ministerio de Hacienda, Gestha, que lleva tiempo pidiendo la rebaja para mejorar la recaudación. Su idea es que limitar a 1.000 euros los pagos en metálico de facturas a empresas profesionales permitirá al Estado recaudar el triple de lo que ingresaba ahora.
Los técnicos entienden que al rebajar el límite para pagar en efectivo se producirá un efecto disuasorio, ya que las empresas no podrán realizar deducciones de la parte de las facturas pagadas en metálico. Gracias a esta medida, el Gobierno espera ingresar más dinero en las arcas del Estado: en una primera previsión se calculó en más de 800 millones el beneficio, pero el retraso en la aprobación de la norma lo dejará en papel mojado.
Parece ir en contra de lo que dice Bruselas
El Gobierno tenía entre ceja y ceja la reforma de la ley tributaria para reforzar los controles contra el fraude fiscal. Y aunque este es también uno de los cometidos de la Unión Europea, la rebaja del límite para pagar en efectivo parece contradictoria con la estrategia europea: Bruselas quiere poner un límite de 10.000 euros para pagos en metálico.
La medida que Bruselas quiere presentar en los próximos meses trata de encontrar el equilibrio entre la lucha contra el fraude fiscal y la valorización del euro como moneda. Así lo explicaba Mairead McGuinness, comisaria de Servicios Financieros de la Unión Europea: «10.000 euros es una cantidad suficientemente alta como para no poner en cuestión el euro como moneda en curso legal, y suficientemente baja como para hacer más difícil que los criminales blanqueen largas sumas de dinero».
Ya en el mes de marzo, la Unión Europea aprobó un dictamen para garantizar el acceso al dinero en efectivo y facilitar la aceptación del mismo. En el texto se ponía en valor el pago en metálico, a pesar de que la pandemia ha disparado los métodos digitales de pago: «El efectivo sigue siendo el medio de pago preferido de los consumidores en sus puntos de venta, y en las transacciones minoristas en particulares».
Se da la circunstancia de que España es el país de la Unión Europea, junto con Malta, que más utiliza el dinero en efectivo. Según datos ofrecidos por el Banco Central Europeo, el 83% de las operaciones que se realizan en nuestro país son en metálico, lo cual representa un 66% del valor total de las compras.