Anna y Olivia y una foto de su madre Beatriz Zimmermann

Beatriz, la madre valiente de Anna y Olivia que nunca imaginó el triste desenlace

La madre de las niñas siempre había mantenido la ilusión de encontrar a sus hijas con vida

Beatriz Zimmerman ha estado casi dos meses sin saber nada de sus hijas. Durante todas estas semanas ha pasado por todos los estados anímicos. Sin embargo, jamás ha perdido la esperanza de encontrar a Anna y Olivia con vida. Hasta ahora. 

Este jueves, 10 de junio, ha recibido la noticia más dolorosa. Se ha confirmado el peor de los escenarios en el caso de las niñas. La Guardia Civil ha localizado el cuerpo de su primogénita. 

El buque Ángeles Alvariño llevaba trabajando en el rastreo del fondo marítimo desde el pasado 30 de mayo. Tras varios días de intensa búsqueda, ha conseguido hallar el cadáver de la menor de 6 años. 

Los restos mortales han sido encontrados a una milla náutica del puerto de Güímar, el lugar donde apareció la lancha de Tomás.

Ha sido localizado dentro de una de las dos bolsas de deporte que estaban atadas al ancla de su embarcación. 

Beatriz nunca perdió la esperanza

Pese a que las últimas pesquisas antes del hallazgo del cuerpo hacían presagiar un final terrible, Beatriz jamás perdió la esperanza. La madre de las niñas siempre había tratado de imaginar a las pequeñas con vida. 

«Estoy más positiva que nunca porque creo que todo esto es un teatro», reconocía en un audio.

Una grabación que compartió poco después de que la Guardia Civil hallara la botella de oxígeno y la funda nórdica en el fondo del mar. 

Sin embargo, todas sus esperanzas han caído en picado con los últimos acontecimientos. El hallazgo del cadáver de su hija mayor ha desmoronado todas sus ilusiones de volver a ver a las niñas con vida. 

Tomás Gimeno desapareció junto a las menores el pasado 27 de abril y desde entonces nada se había sabido de ninguno de los tres. Pero eso no impidió que la madre de las pequeñas mantuviera vivo el afán de reencontrarse con ellas.

Incluso creó una cuenta de Instagram para mantener la llama viva, pedir la colaboración ciudadana e ir compartiendo cartas y fotos de sus hijas.

Este perfil ha sido su única forma de desahogarse. La canaria no hecho ninguna declaración ante los medios.

Ella no ha querido hacerlo y los investigadores no se lo han recomendado. Ninguno de ellos quería poner en peligro la búsqueda.

Razón por la cual le cedió esta labor a Joaquín Amills, el presidente de SOS Desaparecidos. Él ha ejercido de portavoz de la familia desde el principio. 

Pese a ello, la progenitora de Anna y Olivia no ha querido mantenerse al margen. Ella ha ido comunicándose con todos aquellos que le han mandado mensajes de fuerza y ánimo a través de las redes sociales. 

La canaria ha utilizado el perfil de Instagram para expresar sus sentimientos y para dar las gracias todo el apoyo recibido.

«Quiero agradecer al mundo entero la increíble colaboración de búsqueda», escribió pocos días después de la desaparición de sus hijas.

Beatriz ha recopilado un sinfín de vídeos de las niñas en diferentes versiones y varias cartas para colgarlas en las redes sociales.

De esta forma, ha compartido su esperanza de encontrar a las menores con vida a través de su cuenta de Instagram. Una ilusión que se ha visto truncada con el hallazgo del cuerpo de Olivia. 

La obsesión de Tomás Gimeno

La madre de las pequeñas y Tomás se separaron durante la primavera del 2020. Una ruptura que él nunca llegó a aceptar. El progenitor de las niñas protagonizó varios episodios violentos, pero ella nunca llegó a denunciarle. 

Sus allegados han asegurado que estaba obsesionado con su exmujer y que incluso llegó a contratar detectives para espiarla. 

Estaban disputando la custodia de Anna y de Olivia. Las niñas permanecían con Beatriz mientras tanto, pero aquel 27 de abril habían acordado que Tomás pasaría unas horas con ellas. 

Las menores tendrían que haber vuelto con su madre a las 21:00 horas, pero no fue así. Una hora después Tomás seguía sin haberlas llevado de vuelta con su progenitora.

La canaria decidió entonces ir al domicilio de su exmarido para ver qué sucedía. La casa estaba vacía.

Entonces le llamó y él dijo que no se preocupase que habían salido a cenar fuera y que las acercaría más tarde. Algo que tampoco sucedió. 

Ella volvió a llamarle y fue entonces cuando él la amenazó. «No vas a volver a ver a las niñas jamás. Tampoco a mí. Yo me haré cargo de ellas para que estén bien cuidadas», le dijo. 

La mujer denunció a su expareja la mañana siguiente. La Guardia Civil inició la búsqueda de Anna y Olivia rápidamente. Una intensa investigación que ha terminado de la peor manera y que ha destrozado todas sus esperanzas.