Imagen del volcán sacando lava y ceniza en La Palma

Los neumólogos avisan sobre las consecuencias de los gases del volcán: 'Broncoespasmos'

Recomiendan a la población encerrarse en casa e impedir la entrada de aire exterior en los hogares

Noveno día de erupción del volcán de La Palma y la previsión de los expertos es que seguirá así algunas semanas más. Se trata de un desastre natural sin precedentes, que tiene también sus consecuencias para la salud. Los médicos advierten del daño que puede provocar en el sistema respiratorio.

Tras varios días expulsando gases y partículas tóxicas a la atmósfera, el volcán ha provocado un cambio en la composición del aire. Los neumólogos alertan de que los efectos potencialmente peligrosos para la salud. Existe un riesgo real para las personas en las zonas más afectadas.

Según explica el doctor Javier de Miguel, "el volcán está provocando un aumento de la concentración de gases en la atmósfera, en especial dióxido de azufre y dióxido de carbono". Esto, y las partículas procedentes de las cenizas del volcán, son un riesgo real para las personas.

Javier de Miguel es especialista del área de medioambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Según explica, "estos gases y partículas son potencialmente dañinos para salud" y pueden provocar diferentes síntomas.

Síntomas de los gases tóxicos

Según explica el doctor De Miguel, la contaminación tóxica del volcán puede manifestarse con irritación de las mucosas de los ojos, la nariz o la garganta. También puede causar una inflamación del aparato respiratoria, produciendo tos y secreciones en las mucosas.

Esto se puede manifestar con ruidos respiratorios y broncoespasmos. Los broncoespamos son un estrechamiento de las vías respiratorias que dificultan la acción de respirar. Pueden producirse por varios motivos, y la contaminación ambiental es uno de ellos.

Nadie está exento de sufrir estos síntomas, que pueden ser más agudos en algunos colectivos más vulnerables. Como suele suceder en el caso de contaminación tóxica, los niños y los ancianos están especialmente expuestos. También los enfermos respiratorios graves.

Recomendaciones de los expertos

Los expertos señalan a los asmáticos y con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) como los más vulnerables. Se trata de enfermos para los cuales cualquier alteración del aire puede llevar a una descompensación. Por eso lanzan una serie de recomendaciones.

Ante el peligro de la contaminación del aire por los gases del volcán, los médicos recomiendan tomar una serie de precauciones. Así lo resume el doctor De Miguel: "Las personas que viven en zonas afectadas deben mantener las puertas y las ventanas de sus casas cerradas".

Incluso recomienda evitar la entrada de aire del exterior por los sistemas de ventilación. Además se sugiere la utilización de mascarilla, preferiblemente la FFP2, y proteger los ojos con gafas protectoras. También es recomendable dejar de hacer ejercicio al aire libre.

Qué pasa si la lava llega al mar

El volcán ha aumentado su actividad en las últimas horas y la lava avanza rápidamente hacia el mar. Este es uno de los momentos más temidos por los expertos, ya que podría liberar una columna de humo tóxico. Si se produce, el riesgo para las personas del entorno aumentaría.

El doctor De Miguel explica que "cuando la lava llega al mar, lo primero que se produce es un choque térmico". La lava está a más de 1.000 grados de temperatura, mientras que el agua solo a 23. Este contraste produce una gran nube de vapor de agua, que contiene ácido clorhídrico.

Esto puede producir irritación o inflamación de las vías respiratorias, aunque los efectos serán solo a corto plazo. El volcán Cumbre Vieja está liberando lava más caliente y más líquida que se mueve a mayor velocidad. En las últimas horas se ha acercado peligrosamente al mar.

Los expertos aseguran que es cuestión de horas que el magma haga contacto con el océano. Será un momento crucial en la erupción del Cumbre Vieja, que deja ya centenares de casas destruidas y de hectáreas afectadas. Un desastre natural sin precedentes, sin duda, que obliga a tomar todas las precauciones posibles.