Sanitarios con equipos de protección trasladando a un paciente

Lo que tienen en común 6 de cada 10 fallecidos por Covid en España la última semana

El coronavirus está golpeando con fuerza las residencias de ancianos en esta segunda ola

Sanitarios con equipos de protección trasladando a un paciente
El coronavirus sigue golpeando con dureza las residencias de ancianos   | iStock

El coronavirus golpeó muy trágicamente durante la primera ola a las residencias de ancianos y parece que en esta segunda ola, vuelve a disparar los fallecimientos en residencias. En la última semana la mortalidad en residencias de ancianos se ha disparado un 60 %: 760 ancianos que vivían en geriátricos han muerto por coronavirus en la última semana, del total de 1.295 fallecidos en toda España.

Unas escalofriantes cifras que vienen meses observándose, pues casi el 50 % de los fallecidos por coronavirus en España son ancianos que viven en residencias. Pero este patrón ha empeorado durante la última semana. Y es que ahora, 6 de cada 10 fallecidos por Covid son ancianos que vivían en una institución geriátrica; más de la mitad.

Más de 11.000 ancianos en residencias con coronavirus

Unas cifras que preocupan y mucho por la tendencia al alza que siguen. Y también porque la situación de la pandemia en España solo hace que empeorar. España registra un elevadísimo número de contagiados entre el colectivo de mayores, contabilizando, a día de hoy, casi 11.000 ancianos con el virus activo conviviendo en residencias.

Por Comunidades Andalucía es la que registra mayor  número de ancianos institucionalizados infectados, con más de 2300. Por detrás le siguen Castilla y León (2000), Aragón (1.500), Cataluña (900), Comunidad Valenciana (700) y Castilla-La Mancha con 600.

Hay que recordar que la tasa de mortalidad de este colectivo mucho mayor en ancianos que en la población en general, suponiendo así el 10 % de los contagios en personas de más de 80 años, cuando en menores de esa edad solo supone un 3 %.

Los ancianos en residencias, primeros en vacunarse

Es por eso que el Gobierno ya tiene a la vista que el colectivo de ancianos en geriátricos sea el primer en vacunarse. En definir la estrategia de vacunación es en lo que trabajan varios expertos desde hace dos meses, y este 23 de noviembre tienen previsto tener atada toda la estrategia de vacunación, pues las primeras vacunas podrían llegar a finales de diciembre.

Eso sí, no llegarán de golpe y lo harán con cuentagotas, por lo que el Ejecutivo podría tener ya decidido quienes serán los primeros en recibirla: los vulnerables entre los más vulnerables, esto es, los ancianos que viven en residencias.

Según revela el ABC, después de este colectivo, y siguiendo un orden de ‘vulnerabilidad’, se vacunaría a los profesionales sanitarios que trabajan en dichas residencias o en primera línea tanto en hospitales como en centros de salud primaria, y después a los ancianos que no conviven en residencias pero que sufren patologías crónicas, por el alto riesgo que supone para ellos contraer el Covid-19.

Trabajadores de residencias, grupo de riesgo

Hay que recalcar que los trabajadores de residencias forman un colectivo muy vulnerable pues se encuentran en primera línea de exposición al Covid. De hecho al menos 3.124 cuidadores en geriátricos están contagiados actualmente. Pero a estas cifras habría que sumar las de Madrid, Cataluña y Castilla y León, regiones que no quieren facilitar de momento el dato del impacto del coronavirus en su personal geriátrico, por lo que la cifra de contagiados podría ser mucho mayor.

Esta estrategia de vacunación aún no es oficial y no se confirmará hasta finales de este mes, pero sería más o menos como se ha comentado: priorizar primero a los más vulnerables y a quien el virus provoca más mortalidad. 

Posteriormente, también se seguirán criterios económicos, una vez los grupos de más riesgo estén vacunados. Y es que podrían priorizarse los trabajadores presenciales frente a los que realizan teletrabajo. En este grupo entrarían camareros, dependientes, repartidores, y demás personal laboral que por la naturaleza de su trabajo, no pueden teletrabajar y están más expuestos al virus.