Con la carrera por dar con la vacuna contra el Covid-19 tan avanzada, los distintos países se preparan para gestionar una campaña de vacunación que supondrá muchos problemas éticos y logístico.
La pregunta principal es quien recibirá las primeras dosis, pues la vacuna no va a llegar en grandes dosis a la población, sino que será un proceso lento y largo. Por lo tanto una de las preguntas del millón es saber a quién va a destinar España sus primeras vacunas.
Una estrategia en la que España trabaja desde hace dos meses con varios grupos de expertos para decidir a quién priorizará la vacunación y cómo se repartirán las dosis por todo el territorio nacional.
Los más vulnerables primero
¿Y qué criterios se seguirán? ¿La población anciana la primera? ¿Los sanitarios? La respuesta a este enigma se dará aproximadamente a finales de este mes, pues el Ejecutivo tiene previsto empezar a vacunar a finales de año, por lo que por entonces ya tiene que tener una estrategia bien definida.
Pero el Ministro Salvador Illa ya ha adelantado que una cosa sí se sabe seguro: tendrán prioridad las personas mayores y el personal sanitario. Aun así, las primeras dosis que tienen previsto llegar en diciembre no serán suficientes para proteger a un grupo tan amplio de población, por lo que habrá que priorizar entre los grupos más vulnerables.
Según revela ABC, esta decisión ya está tomada, y serán los más vulnerables dentro del colectivo de riesgo, los que perciban las primeras dosis de la vacuna: los ancianos que viven en residencias. El grupo que sufrió una gran mortalidad en la primera ola del coronavirus y que ahora sigue sufriendo una tasa de fallecimientos muy elevada.
Después, se daría prioridad al personal sanitario que trabaja en residencias, y también a los profesionales que se encuentra en hospitales en primera línea del Covid o centros de Atención Primaria.
El criterio ético básico que van a seguir los expertos que asesoran al Gobierno va a ser proteger a los más vulnerables, por lo que el paso siguiente, después de vacunar a sanitarios y ancianos en residencias, será vacunar a los ancianos que viven en sus casas y que tienen patologías o enfermedades crónicas, por ser los que pueden evolucionar peor al contraer el virus.
Criterios económicos
Pero a parte del criterio de defender al más débil, también se va a optar para proteger a los más útiles económicamente hablando. Basándose en criterios económicos, pues sin economía no podría mantenerse el sistema de salud, así que uno de los grupos que según el citado medio, ha sido marcado como preferente van a ser aquellos trabajadores que por las funciones que desempeñan no puedan teletrabajar, como camareros, repartidores, etc.
Son propuestas que aún están elaborándose y que en pocas semanas sabremos el resultado. Lo que sí está claro es que ancianos en residencias, personal sanitario y trabajadores presenciales van a ser los 3 primeros grupos en recibir las vacunas.
La logística, otro caballo de batalla
Algunas vacunas como la de Pfizer o Moderna, deberían ser transportadas a -80 grados centígrados para su correcta conservación, cosa que podría complicar y mucho su traslado, transporte, y reparto de hasta 96 millones de dosis, en el caso de que la vacuna requiriera de dos dosis. Aunque la propia farmacéutica ha pensado y desarrollado una solución para mantener la cadena de frío, se necesitará formar al personal.
Por el momento, a España podrían llegar cualquiera de las 4 vacunas con las que ha firmado un contrato para su suministro: AstraZeneca, Sanofi, Janssen y Pfizer. Todas diferentes, las que completen antes los ensayos clínicos que permitan conocer su grado de seguridad y eficacia serán las primeras en entrar en nuestro país.