Miguel Frigenti

Miguel Frigenti no gana para disgustos tras su paso por 'Secret Story'

El colaborador de Telecinco vive su momento más complicado en Telecinco

El mundo del famoseo televisivo no es nada fácil. Que se lo pregunten sinó a Miguel Frigenti, uno de los más nuevos en Telecinco pero ya uno de los más odiados del momento.

Miguel acaba de salir expulsado del último reality de Mediaset, Secret Story. Lo que ha encontrado fuera de la casa de los secretos no es mucho mejor que la tensión y los gritos que dejó allí dentro.

Miguel ha pisado el acelerador durante los últimos meses convirtiéndose en uno de los tertulianos más incisivos, directos y guerreros de Telecinco. El premio ha sido entrar en este reality en el que ha seguido la misma línea, tensando al máximo el ambiente y discutiendo con todos. 

La estrategia no le ha salido bien y después de 'destrozar' a Isabel Rábago o a Sofía Cristo, la audiencia le expulsó a él. Todo tiene un límite y el "sueño" de Miguel - entrar en un reality - se desvaneció a las pocas semanas.

Los enfrentamientos de Miguel Frigenti

Miguel ya llegaba a Telecinco enseñado. Se hizo un lugar entre el entorno de la cadena, comentando realities en sus redes sociales. Lo hacía con gracia y sin dejar títere con cabeza. 

Era pues el personaje perfecto para probar, a ver que tal lo hacía con las luces y la presión del directo. Y no se amilanó. Hay que reconocer que supo aprovechar su oportunidad y que ya es uno más del universo Mediaset.

Lo ha conseguido, no obstante, a costa de buscar el conflicto con todo aquel que se le ponga por delante. Y ahora todo esto le está pasando factura.

Su madre, Marisa, lo resumía gráficamente : "llora y toma ansiolíticos". Miguel ha petado al ver que todos los frentes que ha abierto se le han girado en contra.

Por un lado su eterno enfrentamiento con Alba Carrillo, con la que protagonizó una bochornosa y dura discusión en Sábado Deluxe. Se dijeron de todo, menos guapos. Alba controlaba mejor la situación, él no.

Por otro lado, los vídeos que daba a conocer Lorena Edo, concursante de Gran Hermano 14, dejaban a Miguel en muy mal lugar. En ellos se veía como Miguel la criticaba con dureza, metiéndose con su físico.

Miguel ha pedido perdón pero de forma velada. Su orgullo y arrojo le impiden reconocer sus errores y aceptar las críticas.

El conflicto que más le duele es el que ha tenido con su gran amiga, Belén Esteban. Belén se ha mosqueado porque Miguel Frigenti dijo, a sus espaldas, que su boda había sido "hortera" y que se había quedado con hambre.

Belén que lo que más valora en sus amigos es la sinceridad, se ha mostrado molesta con Frigenti por estos comentarios. Él ha visto como una de sus aliadas más importantes en la televisión ponía distancia, lo que le ha dejado muy tocado. 

Miguel Frigenti y Belén Esteban serios
MIguel Frigenti y Belén Esteban se han distanciado por las críticas de Miguel a la boda de Belén | GTRES

Los problemas con Ya es mediodía

Sin duda, lo que puede marcar el devenir televisivo de Miguel es lo que ha hecho con el programa presentado por Sonsoles Ónega. Miguel fichaba como colaborador del espacio de corazón del programa.

MIguel no fue renovado al finalizar su contrato y aprovechando que en Secret Story también está Isabel Rábago - que está en Ya es mediodía -, Miguel la lió parda.

Su madre apuntaba que le despidieron de mala manera y él empezó a hablar fatal de sus compañeros y a filtrar información de lo que se hablaba en las reuniones. También Alba Carrillo se ha abonado al tema - ella también está en este programa - y la batalla se ha complicado. 

A Miguel pues, le llueven por todos los lados. Él reconoce que "he petado porque desde que he salido de Secret Story no paro de trabajar". Está agradecido por ello, pero dice que "está mal". 

Su madre detallaba que está tomando ansiolíticos, que le cuesta mucho dormir y que le ha visto llorar por todo lo que está viviendo estos días.

El momento actual de Miguel es de aquellos que marcan un antes y un después. Probablemente aprenda de sus errores y enfoque su nueva etapa televisiva con otro talante y buscando cautivar, sin necesidad de ofender. Aunque igual lo más cómodo para su permanencia en los platós sea seguir atacando sin piedad a todos. 

Si anímica y personalmente es capaz de aguantarlo y los compañeros agraviados que va dejando por el camino no se le giran en contra, ¡adelante!