Imagen de Sandra, la mujer fallecida en Arbúcies, y el padre de su hijo

El misterioso suceso en el que perdió la vida Sandra: su familia señala al sospechoso

La familia no comprende por qué Sandra se situaba en el que había sido su domicilio conyugal tras haber embarcado una nueva vida lejos de allí dos meses antes

Es una triste realidad que la lacra de la violencia de género continúa imperante y siendo noticia diariamente en pleno siglo XXI. Cada día ocurren desenlaces dentro de este espectro que rompe familias y acaba con vidas.

Como cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, y coincidiendo precisamente con este día especial del actual 2021, en la localidad catalana de Girona, Sandra Pérez fallecía tras haberse precipitado desde el balcón de su domicilio. Que pasó totalmente desapercibido por los medios de comunicación, y ese día su nombre tampoco fue coreado en los múltiples homenajes organizados en las calles y en los balcones del lugar con motivo del Día Internacional contra la Violencia de género.

Pese a ello, fuentes cercanas a la familia de Sandra, han explicado que no tienen dudas de que el terrible desenlace se trate de un asesinato producido por su expareja, que responde a las iniciales F.B.V.

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De esta manera los han declarado fuentes próximas a su entorno más cercano al medio ‘eltaquigrafo.com’, que aseguran que Sandra, desde hacía ya algún tiempo, sí que llegó a presentar, al menos, diez denuncias diferentes en los últimos años por agresiones físicas y psicológicas reiteradas y producidas por su exmarido. Así mismo, estas fuentes han reconocido que el algo grado de dependencia, miedo y maltrato psicológico que llevaba a cuestas Sandra, le hacía retirarlas a los pocos minutos, horas o incluso días después de presentarlas.

24 horas soportando esta clase de hechos que muchas veces pasan desapercibidos para la sociedad actual, y es que Sandra llevaba 12 años casada con su presunto maltratador. Sumado a ello, habían sido padres de un niño que en estos momentos tiene 11 años, lo que le impedía, junto con la clara dependencia hacia su presunto maltratador, el enfrentarse a este mediante cauces legales.

El medio anteriormente citado pudo acceder a las distintas denuncias y corroboró que la mujer prefería, tal y como exponen las propias denuncias, solucionar sus discrepancias, de manera siempre ‘amistosa’.

Por su parte, su expareja, ya había sido detenido en varias ocasiones por delitos contra la salud pública, y utilizaba la custodia del menor, para jugar en cierto modo a dos bandas y herir a la que era su exmujer. Las propias denuncias recogen, además, que F.B.V. la insultaba, la amenazaba y ejercía sobre ella un control preocupante que para nada era normal.

Con ello y a partir de todos estos desencadenantes, los servicios sociales existentes en el ayuntamiento, seguían desde muy cerca y con todo detalle este caso como posible víctima de violencia de género. Aunque sí bien es cierto que todo esfuerzo nunca fue suficiente por parte de las instituciones para proteger a la mujer en el peor momento de su vida.

Momentos muy complicados a las que se enfrentó Sandra y así lo demostró el pasado mes de enero, cuando al borde del abismo, le pidió ayuda a su hermana para escapar y se trasladó a Barcelona para iniciar una nueva etapa y dejar lo que había sido hasta el momento, una relación tóxica que le estaba quitando parte de su vida y que que mantenía con el padre de su hijo.

Principalmente es por esa ‘escapada’ por la que la familia no comprende por qué Sandra se situaba aquel 8 de marzo en el que había sido su domicilio conyugal.

El medio ‘TV3’, ha adelantado que el ayuntamiento del municipio de la comarca de La Selva, tenía constancia del continuo maltrato al que vivía sometida Sandra, y solicita así que esta terrible pesadilla pase a contabilizarse como un caso más de violencia machista.