Cataluña vivió su primer homicidio del 2021 el pasado 4 de enero. Johnny Burgos, también conocido como 'Coquito', un hombre de 40 años, fue asesinado en el barrio de Trinitat Vella (Barcelona) por Luis, un conocido suyo de 27 años de nacionalidad ecuatoriana al que conocen como 'El Película'.
Tras una acaolorada discusión, Johnny recibió dos navajazos en la barriga, perdió el conocimiento y cayó al suelo. Según un testigo, una mujer que se encontraba en el lugar los hechos consiguió reanimarlo. Posteriormente, la víctima fue trasladada al Hospital Vall d’Hebron en estado crítico, donde finalmente falleció dos días después, la noche de Reyes.
Según la información que otorgaron fuentes policiales a 'El País', el enfrentamiento se produjo sobre las 19:00 horas. Poco antes de la agresión, Johnny y Luis habían tenido otra discusión.
A pesar de que la primera vez, el testigo logró separarles, en la segunda pelea 'El Película' consiguió sacar la navaja y darle varias puñaladas a 'Coquito'.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron al asesino en el mismo barrio donde había agredido a Johnny Burgos con un arma blanca.
Los agentes pudieron dar con él gracias a un grupo de amigos del fallecido, que localizaron al asesino, lo atraparon, lo retuvieron y lo agredieron hasta que llegaron los guardias.
Gran conmoción entre los vecinos de Johnny
El fallecido tenía mujer y una hija de cinco años. Era muy conocido en su barrio, porque pertenecía a una familia que llevaba viviendo allí toda la vida. Además, su gran afición por el Barça también le había hecho muy popular entre los vecinos de Trinitat Vella.
Burgos estaba de baja en el momento de su asesinato, pero solía trabajar de lampista y en otros empleos relacionados con la construcción. «Era un superviviente, como muchas personas normales». explicó Siverio, el hermano de la víctima, a 'Metropoli'.
Según las declaraciones recogidas de alguno testigos por el Área de Investigación Criminal de Barcelona, Johnny y Luis ya habían tenido algún enfrentamiento anteriormente.
Sin embargo, sus vecinos y conocidos defienden que el fallecido no era un hombre de buscar problemas o peleas. Burgos era uno más del barrio. Había protagonizado alguna pequeña disputa, pero nada como lo que sucedió el pasado 4 de enero.
«Nunca ha tenido problemas, solo las típicas tonterías que ocurren en todos los barrios, pero se metía en peleas. Las evitaba, le deban miedo».
El asesinato de Johnny ha supuesto un golpe muy duro para todo el barrio de Trinitat Vella. «El barrio está revolucionado. Hay mucha rabia y mucha gente que quiere venganza».
Tanto que incluso cuando los Mossos d'Esquadra regresaron allí con el asesino para registrar su domicilio, un grupo de gente les increpó e intentó agreder al detenido delante de su casa. Sin embargo, una decena de agentes pudieron evitar la agresión.
La División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Metropolitana de Barcelona de los Mossos d'Esquadra es la encargada de la investigación de los hechos.
Investigan la muerte de una mujer en Lloret de Mar
El pasado 5 de enero también tuvo lugar un suceso similar en Cataluña. Elena K., una mujer de 44 años y de nacionalidad rusa fue hallada muerta en el jardín de su casa en Lloret de Mar (Gerona).
La policía se presentó en el domicilio de la fallecida después de que saltara una alarma de la residencia sobre las once y cuarto de la noche.
Los agentes encontraron a la mujer, todavía con vida en el jardín de la casa. Elena les informó de que había sido ella quien había hecho saltar la alarma porque no tenía las llaves de la vivienda y su marido no la dejaba entrar.
La policía llamó al timbre, pero no consiguieron localizar a nadie en el domicilio. Ante las negativas de la rusa de abandonar el lugar, los guardias le ofrecieron una manta y se marcharon.
Sin embargo, cuando regresaron a las tres menos cuarto de la madrugada para ver cómo estaba la mujer se la encontraron muerta. La policía local alertó a los Mossos y a la policía forense, que certificaron la muerte de Elena y constataron que presentaba un golpe en la cabeza.
A pesar de que los indicios apuntan que no se trata de una muerte violenta, serán los informes forenses de la autopsia los que determinarán la causa exacta de la defunción.