Kiko Hernández le ha dado un toque de atención a Víctor Sandoval, acusándole de hacerse un Chelo, haciendo referencia a las pocas intervenciones que acostumbra a hacer la colaboradora cada vez que acude al programa. Ante esto, Sandoval ha dicho que estaba muy desanimado porqué le estaban pidiendo que diese lo mejor de él, después de tenerlo quince días en casa sin llamarlo para acudir a su puesto de trabajo. Este hecho ha hundido por completo al colaborador que ha considerado que se lo menosprecia y se le quita su valor profesional, ocasionando en él una tremenda pena y que le impide estar en plena forma cuando puntualmente se le requiere para ir al programa.
Según Sandoval, su presencia en 'Sálvame' se ha visto reducida desde que protagonizó 'La última cena' con Terelu Campos. El colaborador ha confesado que se sintió ignorado durante toda la noche, viendo como todo el protagonismo recaía sobre su compañera y a él no se le hacía ningún tipo de caso. De hecho, Sandoval ha admitido que uno de los únicos momentos que protagonizó de esa cena estaba totalmente preparado por el mismo para lograr tener algún momento de protagonismo.
Seguramente recordaréis el momento en el que el horno del plató empezó a sacar humo sin parar. En aquel momento Sandoval se hizo el sorprendido pero hoy, él mismo ha confesado que esa idea se la ocurrió en directo para intentar salir en pantalla de la misma manera que lo hacía su compañera Terelu y que según él, cada vez que se refería a él era para menospreciarlo.
Víctor Sandoval no supera el fallecimiento de sus padres
Hernández, preocupado por el estado de ánimo de su compañero, ha querido saber si le pasaba alguna cosa que le impidiese estar centrado en su trabajo. A la vez, Sandoval respondía que aún no había tenido tiempo de procesar la muerte de sus padres y que justamente en estos días se está encargando de temas relacionados con la herencia y que le impiden pasar página.