El 12 de julio de 2012 las vidas de Rocío Carrasco y de Rocío Flores cambiaron para siempre. Madre e hija vivieron terrible episodio que supondría el final de su relación.
Las dos mujeres mantuvieron una acalorada discusión que terminó con la nieta de Rocío Jurado agrediendo a su progenitora y que ha provocado que desde entonces no han vuelto a mantener contacto.
Un horrible situación que Rocío Carrasco acaba de narrar por primera vez ante las cámaras, aunque ha eliminado más de 10 minutos para que su hija salga lo menos afectada posible.
Pese a que fue aquella discusión la que desencadenó el final de su relación, la relación entre ambas ya lleva meses siendo insostenible.
La solicitud de cambios en la custodia, el detonante de la agresión
Tanto es así que Antonio David Flores interpuso una demanda de modificación para quedarse con la custodia de su hija mayor, quien por aquel entonces aún era menor de edad, alegando que Rocío Carrasco maltrataba a su primogénita.
«Ella tiene una conmigo muy gorda y termina diciéndome: ‘Rociíto, el día que yo vaya a hablar delante de un juez te vas a cagar’».
Aunque en aquel momento Rocío Carrasco no fue capaz de vincular todo, más tarde supo que cuando tuvieron aquella discusión Antonio David Flores ya había interpuesto la demanda para realizar los cambios en la custodia de su primogénita.
«Era una niña que ya tenía una edad determinada y que había narrado hechos horrorosos», ha contado Rociíto en su documental sobre este asunto. «Como que yo la llamaba gorda, que yo la castigo y que no le doy de comer, que no la quiero que le doy un bofetón. Narra situaciones que son totalmente falsas en las que vuelve a seguir el patrón paternal».
Rocío Carrasco tuvo que hacerse a la idea de que no iba a volver a ver a su hija de la noche a la mañana, pero la demanda que interpuso Antonio David Flores no prosperó y aquello supuso un momento agridulce para ella.
«Cuando salimos de ese juzgado, si hubiesen podido entre todos me hubieran matado», ha asegurado Rociíto. «Cuando soy consciente de que la niña se vuelve para casa me entra pavor».
Las agresiones y amenazas de Rocío Flores a su madre
Rocío Carrasco ha confesado del juicio llorando «no de felicidad, sino de temor, de pánico, de angustia» y que lo primero que le dijo a su abogado fue que no se podía llevarse a su hija a casa. «La niña ya había sufrido con anterioridad algún episodio de hacerse daño a sí misma».
Rocío Flores no dijo ni una sola palabra en el camino de vuelta a casa, pero cuando llegaron al domicilio se puso a gritarle a David Flores. Rociíto trató de frenar la discusión de los dos hermanos sin éxito.
«Entro en ese dormitorio y le digo: 'Deja a tu hermano en paz'. Ella empieza increparme. Me dice: 'Que sepas que en septiembre no me trae ni un juez ni tu madre ni tu padre, que están bajo tierra, maltratadora'».
Fue entonces cuando Rocío Flores empezó a agredir a su progenitora. «Empezó a decirme: 'Venga, pégame! No tienes huevos, Rociíto'. Se echaba encima y me daba en el hombro. Hay una agresión que ella me hace con un cuchillo».
«Yo lo único que quería era hacerle ver a ella que eso no podía ser de ninguna de las maneras. En Menores dije que había sido sin intención porque no quería ser la culpable de que le cayeran más cosas».
Rocío Carrasco también ha recordado el día que encontró a su primogénita fumando en la habitación. La colaboradora le reprendió su actitud, y su hija apagó el cigarrillo en el colchón y después la amenazó diciéndole que la próxima vez lo haría con ella y que quemaría la casa.